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28 29
30 31
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36
INICIO
Numeros 1
1 Yahveh habló a Moisés en el desierto del Sinaí, en
la Tienda del Encuentro, el día primero del mes segundo, el año segundo
de la salida de Egipto. Les dijo:
2 «Haced el censo de toda la comunidad de los
israelitas, por clanes y por familias, contando los nombres de
todos los varones, uno por uno.
3 Alistaréis, tú y Aarón, a todos los de veinte años
para arriba, a todos los útiles para la guerra, por cuerpos de ejército.
4 Os ayudará un hombre por cada tribu, que sea jefe
de su familia.
5 Estos son los nombres de los que os ayudarán: Por
Rubén, Elisur, hijo de Sedeur.
6 Por Simeón, Selumiel, hijo de Surisadday.
7 Por Judá, Najsón, hijo de Aminadab.
8 Por Isacar, Natanael, hijo de Suar.
9 Por Zabulón, Eliab, hijo de Jelón.
10 Por los hijos de José: por Efraím, Elisamá, hijo
de Ammihud; por Manasés, Gamaliel, hijo de Pedahsur.
11 Por Benjamín, Abidán, hijo de Guideoní.
12 Por Dan, Ajiézer, hijo de Ammisadday.
13 Por Aser, Paguiel, hijo de Okrán.
14 Por Gad, Elyasaf, hijo de Reuel.
15 Por Neftalí, Ajirá, hijo de Enán».
16 Eran éstos afamados en la comunidad, principales
de las tribus de sus antepasados, jefes de millar de Israel.
17 Moisés y Aarón tomaron a aquellos hombres que
habían sido designados por sus nombres,
18 y convocaron a toda la comunidad, el día primero
del mes segundo. Fueron afiliados por clanes y familias, anotando uno
por uno los nombres de los de veinte años para arriba.
19 Tal como Yahveh se lo había mandado, les pasó
revista Moisés en el desierto del Sinaí.
20 Hecho el recuento de las parentelas de los hijos
de Rubén, primogénito de Israel, por clanes y familias, anotados uno
por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba,
útiles para la guerra,
21 resultaron los revistados de la tribu de Rubén,
46.500
22 Parentelas de los hijos de Simeón, por clanes y
familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones
de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
23 59.300 revistados de la tribu de Simeón.
24 Parentelas de los hijos de Gad, por clanes y
familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de
veinte años para arriba, útiles para la guerra:
25 45.650 revistados de la tribu de Gad.
26 Parentelas de los hijos de Judá, por clanes y
familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones
de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
27 74.600 revistados de la tribu de Judá.
28 Parentelas de los hijos de Isacar, por clanes y
familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de
veinte años para arriba, útiles para la guerra:
29 54.400 revistados de la tribu de Isacar.
30 Parentelas de los hijos de Zabulón por clanes y
familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones
de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
31 57.400 revistados de la tribu de Zabulón.
32 De los hijos de José: Parentelas de los hijos de
Efraím, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de
todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
33 40.500 revistados de la tribu de Efraím.
34 Parentelas de los hijos de Manasés por clanes y
familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones
de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
35 32.200 revistados de la tribu de Manasés.
36 Parentelas de los hijos de Benjamín, por clanes y
familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones
de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
37 35.400 revistados de la tribu de Benjamín.
38 Parentelas de los hijos de Dan, por clanes y
familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones
de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
39 62.700 revistados de la tribu de Dan.
40 Parentelas de los hijos de Aser, por clanes y
familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de
veinte años para arriba, útiles para la guerra:
41 41.500 revistados de la tribu de Aser.
42 Parentelas de los hijos de Neftalí, por clanes y
familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de
veinte años para arriba, útiles para la guerra:
43 53.400 revistados de la tribu de Neftalí.
44 Estos fueron los revistados por Moisés y Aarón y
por los doce principales de Israel, que pertenecían cada uno a una casa
paterna.
45 Sacado el total de los israelitas de veinte años
para arriba, de todos los que había en Israel, útiles para la guerra,
revistados por sus casas paternas,
46 resultó el total de revistados: 603.550.
47 Pero los levitas, y su tribu paterna, no fueron
revistados con ellos.
48 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
49 «No pases revista a la tribu de Leví ni hagas su
padrón entre los demás israelitas.
50 Alista tú mismo a los levitas para el servicio de
la Morada del Testimonio, de todos sus utensilios y de todo lo que se
relaciona con ella. Ellos han de llevar la Morada con todos sus
utensilios, estarán al servicio de ella y acamparán en torno a ella.
51 Cuando haya de trasladarse la Morada, la
desmontarán los levitas, y cuando la Morada se detenga, los levitas la
montarán. El laico que se acerque, será muerto.
52 Los israelitas acamparán cada uno en su campamento
y bajo su bandera, por cuerpos de ejército.
53 Pero los levitas acamparán alrededor de la Morada
del Testimonio; y así no se desatará la Cólera contra la comunidad de
los israelitas. Los levitas se encargarán del ministerio de la Morada
del Testimonio.»
54 Los israelitas lo hicieron tal como se lo había
mandado Yahveh a Moisés. Así lo hicieron.
INICIO
Numeros 2
1 Habló Yahveh a Moisés y Aarón y les dijo:
2 «Los israelitas acamparán cada uno bajo su bandera,
bajo las enseñas de sus casas paternas, alrededor de la Tienda
del Encuentro, a cierta distancia.
3 Acamparán al este, hacia la salida del sol: La
bandera del campamento de Judá, por cuerpos de ejército. Principal de
los hijos de Judá, Najsón, hijo de Aminadab.
4 Su cuerpo de ejército, según el censo: 74.600.
5 Acampados junto a él: La tribu de Isacar. Principal
de los hijos de Isacar, Natanael, hijo de Suar.
6 Su cuerpo de ejército, según el censo: 54.400.
7 La tribu de Zabulón. Principal de los hijos de
Zabulón, Eliab, hijo de Jelón.
8 Su cuerpo de ejército, según el censo, 57.400.
9 Total de alistados en el campamento de Judá:
186.400, repartidos en cuerpos de ejército. Marcharán en vanguardia.
10 Al sur, la bandera del campamento de Rubén, por
cuerpos de ejército. Principal de los hijos de Rubén, Elisur, hijo de
Sedeur.
11 Su cuerpo de ejército, según el censo: 46.500.
12 Acampan junto a él: La tribu de Simeón. Principal
de los hijos de Simeón, Selumiel, hijo de Surisadday.
13 Su cuerpo de ejército, según el censo: 59.300.
14 La tribu de Gad. Principal de los hijos de Gad,
Elyasaf, hijo de Reuel.
15 Su cuerpo de ejército, según el censo: 45.650.
16 Total de alistados en el campamento de Rubén:
151.450, repartidos en cuerpos de ejército. Marcharán en segundo
lugar.
17 Partirá entonces la Tienda del Encuentro, pues el
campamento de los levitas está en medio de los demás campamentos. En el
orden en que acamparon partirán, cada uno por su lado, bajo su propia
bandera.
18 Al occidente, la bandera del campamento de Efraím,
por cuerpos de ejército. Principal de los hijos de Efraím, Elisamá,
hijo de Ammihud.
19 Su cuerpo de ejército, según el censo: 40.500.
20 Junto a él: La tribu de Manasés. Principal de los
hijos de Manasés, Gamaliel, hijo de Pedahsur.
21 Su cuerpo de ejército, según el censo: 32.200.
22 La tribu de Benjamín. Principal de los hijos de
Benjamín, Abidán, hijo de Guideoní.
23 Su cuerpo de ejército, según el censo: 35.400.
24 Total de alistados en el campamento de Efraím:
108.100, repartidos en cuerpos de ejército. Marcharán en tercer
lugar.
25 Al norte, la bandera de campamento de Dan, por
cuerpos de ejército. Principal de los hijos de Dan, Ajiézer, hijo de
Ammisadday.
26 Su cuerpo de ejército, según el censo: 62.700.
27 Acampan junto a él: La tribu de Aser. Principal de
los hijos de Aser, Paguiel, hijo de Okrán.
28 Su cuerpo de ejército, según el censo: 41.500.
29 La tribu de Neftalí. Principal de los hijos de
Neftalí, Ajirá, hijo de Enán.
30 Su cuerpo de ejército, según el censo: 53.400.
31 Total de alistados del campamento de Dan: 157.600.
Marcharán en retaguardia, repartidos en banderas.»
32 Estos fueron los israelitas revistados por casas
paternas. Total de alistados en los campamentos, repartidos en cuerpos
de ejército, 603.550.
33 Pero los levitas no fueron alistados entre los
demás israelitas, según había mandado Yahveh a Moisés.
34 Los israelitas hicieron todo tal como Yahveh había
mandado a Moisés: así acampaban bajo sus banderas y así emprendían la
marcha, cada uno entre los demás de su clan y con su familia.
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Numeros 3
1 Esta era la descendencia de Aarón y de Moisés,
cuando Yahveh habló a Moisés en el monte Sinaí.
2 Estos eran los nombres de los hijos de Aarón:
Nadab, el primogénito, Abihú, Eleazar e Itamar.
3 Estos eran los nombres de los hijos de Aarón, que
fueron ungidos sacerdotes, y cuyas manos fueron consagradas para
ejercer el sacerdocio.
4 Nadab y Abihú murieron delante de Yahveh, al
presentar un fuego profano delante de Yahveh en el desierto del Sinaí.
Como no tenían hijos, fueron Eleazar e Itamar los que ejercieron el
sacerdocio en presencia de su padre Aarón.
5 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
6 «Manda que se acerque la tribu de Leví y ponlos
delante del sacerdote Aarón, que estén a su servicio.
7 Se encargarán de las obligaciones que incumben a él
y a toda la comunidad ante la Tienda del Encuentro, prestando el
servicio en la Morada.
8 Cuidarán de todos los utensilios de la Tienda del
Encuentro, de las obligaciones que incumben a los israelitas prestando
servicio en la Morada.
9 Donarás los levitas a Aarón y a sus hijos en
concepto de donados. Le serán donados de parte de los israelitas.
10 A Aarón y a sus hijos los alistarás para que se
encarguen de sus funciones sacerdotales. El laico que se acerque, será
muerto.»
11 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
12 «Mira que he elegido a los levitas de entre los
demás israelitas en lugar de todos los primogénitos de los israelitas
que abren el seno materno. Los levitas serán para mí.
13 Porque todo primogénito me pertenece. El día en
que herí a todos los primogénitos de Egipto, consagré para mí a
todos los primogénitos de Israel, tanto de hombre como de ganado. Son
para mí. Yo, Yahveh.»
14 Habló Yahveh a Moisés en el desierto del Sinaí. Le
dijo:
15 «Alista a los hijos de Leví por familias y por
clanes: alistarás a todo varón de un mes para arriba.»
16 Moisés los alistó según la orden de Yahveh, tal
como Yahveh se lo había mandado.
17 Los nombres de los hijos de Leví son: Guersón,
Quehab y Merarí.
18 Los nombres de los hijos de Ghersón, por clanes,
son: Libní y Semeí.
19 Los hijos de Quehat, por clanes: Amram, Yishar,
Hebrón y Uzziel;
20 los hijos de Merarí, por clanes: Majlí y Musí.
Estos son los clanes de Leví, repartidos por familias.
21 De Guesón procedían el clan libnita y el clan
semeíta: ésos son los clanes guersonitas.
22 El total de los alistados, contando todos los
varones de un mes para arriba: 7.500.
23 Los clanes guersonitas acampaban detrás de la
Morada, al poniente.
24 El principal de la casa paterna de Guersón era
Elyasaf, hijo de Lael.
25 Los hijos de Guersón estaban encargados, en la
Tienda del Encuentro, de la Morada, de la Tienda, de su toldo y del
tapiz de entrada a la Tienda del Encuentro;
26 del cortinaje del atrio y de la cortina de entrada
al atrio que rodea la Morada y el altar, y de las cuerdas
necesarias para todo su servicio.
27 De Quehat procedían el clan amramita, el clan
yisharita, el clan hebronita y el clan uzzielita: ésos son los clanes
quehatitas.
28 Contando todos los varones de un mes para arriba,
eran 8.300. Tenían a su cargo el servicio del santuario.
29 Los clanes quehatitas acampaban al lado meridional
de la Morada.
30 El principal de la casa paterna de los clanes
quehatitas era Elisafán, hijo de Uzziel.
31 A su cargo estaban el arca, la mesa, el
candelabro, los altares, los objetos sagrados que se usan en el
culto, el velo y todo su servicio.
32 El principal de los principales de Leví era
Eleazar, hijo del sacerdote Aarón. Ejercía la supervisión de
todos los encargados del santuario.
33 De Merarí, el clan majlita y el clan musita: ésos
eran los clanes meraritas .
34 Sus alistados, contando todos los varones de un
mes para arriba, eran 6.200.
35 El principal de la casa paterna de los clanes
meraritas era Suriel, hijo de Abijayil. Acampaban al lado septentrional
de la Morada.
36 A los hijos de Merarí les estaba encomendado el
cuidado de los tableros de la Morada, de sus travesaños, postes y
basas, de todos sus utensilios y todo su servicio;
37 y de los postes que rodean el atrio, de sus basas,
clavazón y cuerdas.
38 Acampaban al este, frente a la Morada, delante de
la Tienda del Encuentro hacia oriente, Moisés y Aarón con sus
hijos que estaban encargados del santuario en nombre de los israelitas.
Cualquier laico que se acercara, sería muerto.
39 El total de levitas alistados, de los que registró
Moisés por clanes, siguiendo la orden de Yahveh, de todos los varones
de un mes para arriba: 22.000.
40 Dijo Yahveh a Moisés: «Registra a todos los
primogénitos varones de los israelitas, de un mes para arriba, y anota
sus nombres.
41 Luego, tomas a los levitas para mí, Yahveh, en
lugar de todos los primogénitos de los israelitas; y el ganado de los
levitas en lugar de todos los primogénitos del ganado de los
israelitas.»
42 Moisés registró, según le había ordenado Yahveh, a
todos los primogénitos de los israelitas.
43 Y resultó ser el total de los primogénitos
varones, contando los nombres desde la edad de un mes para arriba,
según el censo, 22.273.
44 Habló entonces Yahveh a Moisés y le dijo:
45 «Toma a los levitas en lugar de todos los
primogénitos de los israelitas y el ganado de los levitas en lugar de
su ganado; los levitas serán míos, yo Yahveh.
46 Por el rescate de los 273 primogénitos de los
israelitas que exceden del numero de los levitas,
47 tomarás cinco siclos por cabeza, en siclos del
santuario, a razón de veinte óbolos por siclo.
48 La plata se la entregarás a Aarón y a sus hijos,
por el rescate de los que sobrepasan el numero.»
49 Moisés tomó la plata del rescate de los que
pasaban del numero de los rescatados por los levitas.
50 Tomó la plata de los primogénitos de Israel: 1.365
siclos, en siclos del santuario.
51 Y entregó Moisés la plata del rescate a Aarón y a
sus hijos, según la orden de Yahveh, como había mandado Yahveh a Moisés.
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Numeros 4
1 Yahveh habló a Moisés y Aarón, diciendo:
2 «Haz el censo de los hijos de Quehat, hijos de
Leví, por clanes y por familias,
3 de treinta años en adelante hasta los cincuenta, de
todos los aptos para la milicia, que prestan el servicio de la Tienda
del Encuentro.
4 Este será el servicio de los hijos de Quehat en la
Tienda del Encuentro: el de las cosas sacratísimas.
5 Cuando se levante el campamento, irán Aarón y sus
hijos, descolgarán el velo de protección y cubrirán con él el arca del
Testimonio.
6 Pondrán sobre ella una cubierta de cuero fino y
extenderán encima un paño todo de púrpura; luego le pondrán los
varales.
7 Sobre la mesa de la presencia extenderán un paño de
púrpura, y pondrán sobre ella las fuentes, copas, tazas y jarros de
libación: el pan estará perpetuamente encima.
8 Extenderán sobre ella un paño carmesí que cubrirán
con una cubierta de cuero fino, y después le pondrán los varales.
9 Tomarán entonces un paño de púrpura y cubrirán el
candelabro del alumbrado con sus lámparas, despabiladeras y ceniceros,
y todos los vasos de aceite que se utilizan en el servicio del
candelabro.
10 Lo pondrán con todos sus utensilios en una
cubierta de cuero fino y lo colocarán sobre las angarillas.
11 Sobre el altar de oro extenderán un paño de
púrpura, lo cubrirán con una cubierta de cuero fino, y le pondrán los
varales.
12 Tomarán todos los vasos que se emplean en el
servicio del santuario, los pondrán en un paño de púrpura, los cubrirán
con una cubierta de cuero fino y los colocarán sobre las angarillas.
13 Quitarán la grasa incinerada del altar y
extenderán sobre él un paño escarlata;
14 pondrán encima todos los utensilios que se emplean
en el servicio del altar: los braseros, tenedores, badiles, acetres:
todos los utensilios del altar; extenderán sobre él una cubierta de
cuero fino y le pondrán los varales.
15 Después que Aarón y sus hijos hayan terminado de
envolver las cosas sagradas con todos sus utensilios, al ponerse en
marcha el campamento, llegarán los hijos de Quehat para transportarlas;
pero que no toquen lo sagrado pues morirían. Esta es la carga de los
hijos de Quehat en la Tienda del Encuentro.
16 Pero Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, estará al
cuidado del aceite del alumbrado, del incienso aromático, de la
oblación perpetua y del óleo de la unción; al cuidado de toda la Morada
y de cuanto hay en ella, sean cosas sagradas o sus utensilios.»
17 Habló Yahveh a Moisés y a Aarón y dijo:
18 «No separéis de los demás levitas la tribu de los
clanes quehatitas.
19 Haced con ellos de esta manera, para que vivan y
no mueran al acercarse a las cosas sacratísimas: Aarón y sus hijos irán
y pondrán a cada uno en su servicio y junto a su carga.
20 Y no entrarán, ni por un instante, a ver las cosas
sagradas; de lo contrario morirían.»
21 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
22 «Haz también el censo de los hijos de Guersón, por
familias y clanes.
23 Alistarás a los de treinta años en adelante hasta
los cincuenta a todos los aptos para la milicia para que presten el
servicio de la Tienda del Encuentro.
24 Este será el servicio de los clanes guersonitas,
su servicio y su carga.
25 Llevarán los tapices de la Morada, la Tienda del
Encuentro, su toldo y el toldo de cueros finos que la cubre por encima
y el tapiz de entrada a la Tienda del Encuentro;
26 el cortinaje del atrio y la cortina de la entrada
al atrio que rodea la Morada y el altar, con sus cuerdas y todos los
utensilios de su servicio: todo lo que se necesita para ellos.
Prestarán su servicio;
27 pero todo el servicio de los hijos de Guersón,
todas sus funciones y cargas, las desempeñarán a las órdenes de Aarón y
de sus hijos. Los vigilaréis en el ministerio de su cargo.
28 Este será el servicio de los clanes guersonitas en
la Tienda del Encuentro. Lo desempeñarán a las órdenes de Itamar, hijo
del sacerdote Aarón.
29 Harás el censo de los hijos de Merarí, por clanes
y familias.
30 Harás el censo de los de treinta años en adelante
hasta los cincuenta, de todos los aptos para la milicia para que
presten el servicio de la Tienda del Encuentro.
31 Esto es lo que han de transportar y este es todo
su servicio en la Tienda del Encuentro: los tableros de la Morada, sus
travesaños, postes y basas;
32 los postes que rodean el atrio con sus basas,
clavazón y cuerdas; todos sus utensilios y todo lo preciso para su
servicio. Nominalmente señalaréis cada uno de los objetos con que han
de cargar.
33 Ese es el servicio de los clanes meraritas. Para
todo su servicio en la Tienda del Encuentro estarán a disposición de
Itamar, hijo del sacerdote Aarón.»
34 Moisés y Aarón y los principales de la comunidad
hicieron el censo de los hijos de Quehat, por clanes y familias,
35 de treinta años en adelante hasta los cincuenta,
de todos los aptos para la milicia, para que prestaran el
servicio de la Tienda del Encuentro.
36 Los registrados de los diversos clanes fueron
2.750.
37 Esos fueron los registrados en los clanes
quehatitas, todos los que habían de servir en la Tienda del Encuentro.
Los alistaron Moisés y Aarón, según había ordenado Yahveh por medio de
Moisés.
38 Se hizo el censo de los hijos de Guersón, por
clanes y familias,
39 de treinta años para arriba hasta los cincuenta,
de todos los aptos para la milicia para que prestaran el servicio de la
Tienda del Encuentro.
40 Los alistados de los diversos clanes y familias
fueron 2.630.
41 Esos fueron los registrados de los clanes de los
hijos de Guersón, todos los que habían de servir en la Tienda del
Encuentro. Los alistaron Moisés y Aarón según la orden de Yahveh.
42 Se hizo el censo de los clanes de los hijos de
Merarí, por clanes y familias,
43 de treinta años para arriba hasta los cincuenta,
de todos los aptos para la milicia, para que prestaran el servicio de
la Tienda del Encuentro.
44 Los revistados de los diversos clanes fueron 3.200.
45 Esos fueron los revistados de los clanes de los
hijos de Merarí. Los alistaron Moisés y Aarón, según había ordenado
Yahveh por medio de Moisés.
46 El total de los levitas que Moisés, Aarón y los
principales de Israel registraron por clanes y familias,
47 de los de treinta años en adelante hasta los
cincuenta, de todos los aptos para entrar al servicio y el
transporte de la Tienda del Encuentro,
48 fue, según el censo, 8.580.
49 Se hizo su censo por orden de Yahveh transmitida
por Moisés, asignando a cada uno su servicio y su carga: su censo se
hizo tal como lo había ordenado Yahveh a Moisés.
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Numeros 5
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 «Manda a los israelitas que echen del campamento a
todo leproso, al que padece flujo y a todo impuro por contacto de
cadáver.
3 Los has de echar, sean hombre o mujer; fuera del
campamento los echarás, para que no contaminen sus campamentos, donde
yo habito en medio de ellos.»
4 Así lo hicieron los israelitas: los echaron fuera
del campamento. Los israelitas lo hicieron tal como había dicho Yahveh
a Moisés.
5 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
6 «Habla a los israelitas: Si un hombre o una mujer
comete cualquier pecado en perjuicio de otro, ofendiendo a Yahveh, el
tal será reo de delito.
7 Confesará el pecado cometido y restituirá la suma
de que es deudor, más un quinto. Se la devolverá a aquel de quien es
deudor.
8 Y si el hombre no tiene pariente a quien se pueda
restituir, la suma que en tal caso se ha de restituir a Yahveh, será
para el sacerdote; aparte del carnero expiatorio con que el sacerdote
expiará por él.
9 Y toda ofrenda reservada de lo que los hijos de
Israel consagran y presentan al sacerdote, será para éste.
10 Lo que cada uno consagra, es suyo; pero lo que se
presenta al sacerdote, es para el sacerdote.»
11 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
12 «Habla a los israelitas. Diles: Cualquier hombre
cuya mujer se haya desviado y le haya engañado:
13 ha dormido un hombre con ella con relación carnal
a ocultas del marido; ella se ha manchado en secreto, no hay ningún
testigo, no ha sido sorprendida;
14 si el marido es atacado de celos y recela de su
mujer, que efectivamente se ha manchado; o bien le atacan los celos y
se siente celoso de su mujer, aunque ella no se haya manchado;
15 ese hombre llevará a su mujer ante el sacerdote y
presentará por ella la ofrenda correspondiente: una décima de medida de
harina de cebada. No derramará aceite sobre la ofrenda, ni la pondrá
incienso, pues es «oblación de celos», oblación conmemorativa para
recordar una falta.
16 El sacerdote presentará a la mujer y la pondrá
delante de Yahveh.
17 Echará luego agua viva en un vaso de barro y,
tomando polvo del pavimento de la Morada, lo esparcirá sobre el agua.
18 Pondrá el sacerdote a la mujer delante de Yahveh,
le descubrirá la cabeza y pondrá en sus manos la oblación
conmemorativa, o sea, la oblación de los celos. El sacerdote tendrá en
sus manos las aguas de maldición y funestas.
19 Entonces, el sacerdote conjurará a la mujer y le
dirá: “Si no ha dormido un hombre contigo, si no te has desviado
ni manchado desde que estás bajo la potestad de tu marido, sé inmune a
estas aguas amargas y funestas.
20 Pero si, estando bajo la potestad de tu marido, te
has desviado y te has manchado, durmiendo con un hombre distinto de tu
marido...”
21 El sacerdote entonces proferirá sobre la mujer
este juramento, y dirá el sacerdote a la mujer: “... Que Yahveh te
ponga como maldición y execración en medio de tu pueblo, que haga
languidecer tus caderas e infle tu vientre.
22 Que entren estas aguas de maldición en tus
entrañas, para que inflen tu vientre y hagan languidecer tus caderas.”
Y la mujer responderá: “¡Amén, amén!”
23 Después el sacerdote escribirá en una hoja estas
imprecaciones y las borrará con las aguas amargas.
24 Hará beber a la mujer las aguas de maldición y
funestas, y las aguas funestas entrarán en ella para hacérsele amargas.
25 El sacerdote tomará entonces de la mano de la
mujer la oblación de los celos, mecerá la oblación delante de Yahveh y
la presentará en el altar.
26 El sacerdote tomará de la oblación un puñado, el
memorial, y lo quemará sobre el altar, y le hará beber a la mujer
las aguas.
27 Cuando le haga beber de las aguas, si la mujer
está manchada y de hecho ha engañado a su marido, cuando entren en ella
las aguas funestas le serán amargas: se inflará su vientre,
languidecerán sus caderas y será mujer de maldición en medio de su
pueblo.
28 Pero si la mujer no se ha manchado, sino que
es pura, estará exenta de toda culpa y tendrá hijos.
29 Este es el rito de los celos, para cuando una
mujer, después de estar bajo la potestad de su marido, se haya desviado
y manchado;
30 o para cuando un hombre, atacado de celos, recele
de su mujer: entonces pondrá a su mujer en presencia de Yahveh y el
sacerdote realizará con ella todo este rito.
31 El marido estará exento de culpa, y la mujer
cargará con la suya.»
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Numeros 6
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 Diles esto a los israelitas: «Si un hombre o mujer
se decide a hacer voto de nazir, consagrándose a Yahveh,
3 se abstendrá de vino y de bebidas embriagantes. No
beberá vinagre de vino ni de bebida embriagante; tampoco beberá ningún
zumo de uvas, ni comerá uvas, frescas o pasas.
4 En todo el tiempo de su nazireato no tomará nada de
lo que se obtiene de la vid, desde el agraz hasta el orujo.
5 En todos los días de su voto de nazireato no pasará
navaja por su cabeza: hasta cumplirse los días por los que se consagró
a Yahveh, será sagrado y se dejará crecer la cabellera.
6 No se acercará, en todos los días de su nazireato
en honor de Yahveh, a ningún cadáver.
7 Ni por su padre, ni por su madre, ni por su
hermano, ni por su hermana se manchará, en el caso de que murieran,
pues lleva sobre su cabeza el nazireato de su Dios.
8 Todos los días de su nazireato es un consagrado a
Yahveh.
9 Si alguien muere de repente junto a él y mancha así
su cabellera de nazir, se rapará la cabeza el día de su purificación,
se la rapará el día séptimo.
10 El día octavo llevará un par de tórtolas o un par
de pichones al sacerdote, a la entrada de la Tienda del Encuentro.
11 El sacerdote ofrecerá uno en sacrificio por el
pecado y el otro en holocausto; y expiará por aquel hombre la
falta contraída a causa del muerto. Aquel día consagrará su
cabeza:
12 se consagrará a Yahveh por todo el tiempo de su
nazireato y ofrecerá un cordero de un año como sacrificio de
reparación. Los días anteriores son nulos, por haberse manchado su
cabellera.
13 Este es el rito del nazir, para cuando se cumplan
los días de su nazireato. Llevado hasta la entrada de la Tienda del
Encuentro,
14 presentará su ofrenda a Yahveh: un cordero de un
año, sin defecto, en holocausto; una cordera de un año, sin defecto, en
sacrificio por el pecado; un carnero sin defecto como sacrificio de
comunión;
15 un canastillo de panes ázimos de flor de harina
amasada con aceite y tortas sin levadura untadas en aceite, con sus
correspondientes oblaciones y libaciones.
16 El sacerdote lo presentará delante de Yahveh y
ofrecerá el sacrificio por el pecado y el holocausto del nazir.
17 Hará con el carnero un sacrificio de comunión a
Yahveh, junto con el canastillo de ázimos, ofrecerá luego el sacerdote
la correspondiente oblación y libación.
18 Entonces el nazir se rapará su cabellera de nazir,
a la entrada de la Tienda del Encuentro; tomara la cabellera de su
nazireato y la echará al fuego que arde debajo del sacrificio de
comunión.
19 El sacerdote tomará un brazuelo, ya cocido, del
carnero, un pan ázimo del canastillo y una torta sin levadura, y lo
pondrá todo en manos del nazir, una vez que se haya rapado su cabellera
de nazir.
20 El sacerdote presentará todo ello como ofrenda
mecida delante de Yahveh. Es cosa santa, pertenece al sacerdote, además
del pecho mecido y de la pierna reservada. Luego el nazir beberá vino.
21 Ese es el rito del nazir que, además de su
nazireato, ha prometido una ofrenda a Yahveh (aparte de lo que sus
posibilidades le permitan): a tenor del voto que prometió lo
cumplirá además de lo prescrito para su nazireato.»
22 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
23 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: «Así habéis
de bendecir a los israelitas. Les diréis:
24 Yahveh te bendiga y te guarde;
25 ilumine Yahveh su rostro sobre ti y te sea
propicio;
26 Yahveh te muestre su rostro y te conceda la paz.»
27 Que invoquen así mi nombre sobre los israelitas y
yo los bendeciré.»
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Numeros 7
1 El día en que Moisés acabó de montar la Morada, la
ungió y la consagró con todo su mobiliario, así como el altar con todos
sus utensilios. Cuando lo hubo ungido y consagrado,
2 los principales de Israel, jefes de familias, y
principales de las tribus, que habían presidido el censo,
hicieron una ofrenda.
3 Pusieron su ofrenda delante de Yahveh: seis
carretas cubiertas y doce bueyes: una carreta por cada dos
principales y un buey por cada uno. Lo presentaron delante de la
Morada.
4 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
5 «Tómaselos y que presten servicio en la Tienda del
Encuentro. Dáselos a los levitas, a cada uno según su servicio.»
6 Moisés recibió las carretas y los bueyes y se los
dio a los levitas:
7 dos carretas y cuatro bueyes dio a los hijos de
Guersón, según sus servicios;
8 cuatro carretas y ocho bueyes a los hijos de
Merarí, según los servicios que desempeñaban a las órdenes de Itamar,
hijo del sacerdote Aarón.
9 Pero a los hijos de Quehat no les dio, porque su
carga sagrada la tenían que llevar al hombro.
10 Los principales hicieron la ofrenda de la
dedicación del altar, el día en que fue ungido. Hicieron los
principales su ofrenda delante del altar.
11 Y dijo Yahveh a Moisés: «Que ofrezca un principal
cada día su ofrenda por la dedicación del altar.»
12 El que ofreció su ofrenda el primer día fue
Najsón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.
13 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del
santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la
oblación;
14 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
15 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
16 un chivo para el sacrificio por el pecado;
17 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Najson, hijo de Aminadab.
18 El segundo día ofreció su ofrenda Natanael, hijo
de Suar, principal de Isacar.
19 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos
del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para
la oblación;
20 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
21 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
22 un chivo para el sacrificio por el pecado;
23 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Natanael, hijo de Suar.
24 El tercer día, el principal de los hijos de
Zabulón, Eliab, hijo de Jelón.
25 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del
santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la
oblación;
26 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
27 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
28 un chivo para el sacrificio por el pecado;
29 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Eliab, hijo de Jelón.
30 El día cuarto, el principal de los hijos de Rubén,
Elisur, hijo de Sedeur.
31 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso; un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del
santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la
oblación;
32 una naveta de diez siclos de oro llena de incienso;
33 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
34 un chivo para el sacrificio por el pecado;
35 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esa fue
la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeur.
36 El día quinto, el principal de los hijos de
Simeón, Selumiel, hijo de Surisadday.
37 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del
santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la
oblación;
38 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
39 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
40 un chivo para el sacrificio por el pecado;
41 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Selumiel, hijo de Surisadday.
42 El día sexto, el principal de los hijos de Gad,
Elyasaf, hijo de Reuel.
43 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos; un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario,
ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
44 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
45 un novillo, un carnero y un cordero de un año,
para el holocausto;
46 un chivo para el sacrificio por el pecado;
47 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Elyasaf, hijo de Reuel.
48 El día séptimo, el principal de los hijos de
Efraím, Elisamá, hijo de Ammihud.
49 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del
santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la
oblación;
50 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
51 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
52 un chivo, para el sacrificio por el pecado;
53 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Elisamá, hijo de Ammihud.
54 El día octavo, el principal de los hijos de
Manasés, Gamaliel, hijo de Pedahsur.
55 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del
santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la
oblación;
56 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
57 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
58 un chivo para el sacrificio por el pecado;
59 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Gamaliel, hijo de Pedahsur.
60 El día nono, el principal de los hijos de
Benjamín, Abidán, hijo de Guideoní.
61 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del
santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la
oblación;
62 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
63 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
64 un chivo para el sacrificio por el pecado;
65 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Abidán, hijo de Guideoní.
66 El día décimo, el principal de los hijos de Dan,
Ajiézer, hijo de Ammisadday.
67 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del
santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la
oblación;
68 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
69 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
70 un chivo para el sacrificio por el pecado;
71 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Ajiézer, hijo de Ammisadday.
72 El día undécimo, el principal de los hijos de
Aser, Paguiel, hijo de Okrán.
73 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del
santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la
oblación;
74 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
75 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
76 un chivo para el sacrificio por el pecado;
77 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Paguiel, hijo de Okrán.
78 El día duodécimo, el principal de los hijos de
Neftalí, Ajirá, hijo de Enán.
79 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130
siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del
santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la
oblación;
80 una naveta de oro de diez siclos, llena de
incienso;
81 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para
el holocausto;
82 un chivo para el sacrificio por el pecado;
83 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes,
cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa
fue la ofrenda de Ajirá, hijo de Enán.
84 Esta fue la ofrenda de los principales de Israel
en la dedicación del altar, el día en que fue ungido: doce fuentes de
plata, doce acetres de plata y doce navetas de oro.
85 Cada fuente era de 130 siclos, y cada acetre de
setenta. Los siclos de plata de estos objetos eran en total 2.400, en
siclos del santuario.
86 Las navetas de oro eran doce, llenas de incienso.
Cada naveta era de diez siclos, en siclos del santuario. Los siclos de
oro de las navetas eran en total 120.
87 El total del ganado para el holocausto, doce
novillos, doce carneros, doce corderos de un año, con sus oblaciones
correspondientes; para el sacrificio por el pecado, doce chivos.
88 El total del ganado para los sacrificios de
comunión: veinticuatro novillos, sesenta carneros, sesenta machos
cabríos y sesenta corderos de un año. Esas fueron las ofrendas de la
dedicación del altar, una vez que fue ungido.
89 Cuando Moisés entraba en la Tienda del Encuentro
para hablar con El, oía la voz que le hablaba de lo alto del
propiciatorio que está sobre el arca del Testimonio, de entre los dos
querubines. Entonces hablaba con El.
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Numeros 8
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 Habla a Aarón y dile: «Cuando coloques las
lámparas, habrán de alumbrar las siete lámparas hacia la parte
delantera del candelabro.»
3 Así lo hizo Aarón: colocó las lámparas en la parte
delantera del candelabro, tal como había mandado Yahveh a Moisés.
4 Este candelabro era de oro macizo; desde el pie
hasta las flores era de oro macizo. Hizo el candelabro según el modelo
que Yahveh había mostrado a Moisés.
5 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
6 «Aparta a los levitas del resto de los israelitas y
purifícalos.
7 Para esta purificación harás con ellos de la
siguiente manera: los rociarás con agua lustral; se rasurarán
ellos todo el cuerpo, lavarán sus vestidos y así quedarán
purificados.
8 Tomarán luego un novillo, con su correspondiente
oblación de flor de harina amasada con aceite y tú tomarás otro novillo
como sacrificio por el pecado.
9 Mandarás que se acerquen los levitas a la Tienda
del Encuentro y convocarás a toda la comunidad de los israelitas.
10 Harás que se acerquen los levitas ante Yahveh, y
los israelitas les impondrán las manos.
11 Entonces Aarón presentará a los levitas como
ofrenda mecida delante de Yahveh, de parte de los israelitas. Así
quedarán destinados al servicio de Yahveh.
12 Los levitas impondrán sus manos sobre la cabeza de
los novillos y tú ofrecerás uno como sacrificio por el pecado y otro en
holocausto a Yahveh para expiar por los levitas.
13 Pondrás luego a los levitas delante de Aarón y de
sus hijos y los presentarás como ofrenda mecida a Yahveh.
14 Así separarás a los levitas del resto de los
israelitas para que me pertenezcan.
15 Después comenzarán los levitas a servir en la
Tienda del Encuentro. Los purificarás y los presentarás como ofrenda
mecida,
16 porque son «donados», son donados a mí, de entre
los israelitas, en lugar de todos los que abren el seno materno, de
todos los primogénitos; los he tomado para mí de entre los demás
israelitas.
17 Porque míos son todos los primogénitos entre los
israelitas, igual de hombres que de ganados: me los consagré el día que
herí a todos los primogénitos en Egipto.
18 Y tomé a los levitas para sustituir a todos los
primogénitos de los israelitas.
19 Yo cedo los levitas, como «donados», a Aarón y a
sus hijos, de entre los israelitas, para que presten el servicio, en
nombre de los israelitas, en la Tienda del Encuentro, y para expiar por
los israelitas de manera que ningún israelita incurra en castigo por
acercarse al Santuario.»
20 Moisés y Aarón y toda la comunidad de los
israelitas hicieron con los levitas conforme había mandado Yahveh a
Moisés; así hicieron con ellos los israelitas.
21 Los levitas se purificaron, lavaron sus vestidos,
y Aarón los presentó como ofrenda mecida delante de Yahveh; y
Aarón hizo expiación por ellos para purificarlos.
22 Después de lo cual entraron los levitas a prestar
servicio en la Tienda del Encuentro en presencia de Aarón y de
sus hijos. Según había mandado Yahveh a Moisés acerca de los levitas,
así hicieron con ellos.
23 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
24 «Esto es lo referente a los levitas. De
veinticinco años para arriba entrará al servicio de la Tienda del
Encuentro,
25 y desde los cincuenta años cesará en el servicio;
no servirá ya más.
26 Ayudará a sus hermanos en la Tienda del Encuentro
en el desempeño de su ministerio, mas no prestará servicio. Así harás
con los levitas en lo tocante a sus funciones.»
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Numeros 9
1 Habló Yahveh a Moisés, en el desierto del Sinaí, el
año segundo de la salida de Egipto, el mes primero, y le dijo:
2 «Que los israelitas celebren la Pascua a su tiempo.
3 La celebrarán el día catorce de este mes, entre dos
luces, al tiempo debido. La celebrarán según todos sus preceptos y
normas.»
4 Moisés dijo a los israelitas que celebraran la
Pascua.
5 La celebraron en el desierto del Sinaí, el primer
mes, el día catorce del mes, entre dos luces. Según había mandado
Yahveh a Moisés lo hicieron los israelitas.
6 Pero sucedió que algunos hombres estaban impuros
por contacto de cadáver humano y no podían celebrar la Pascua aquel
día. Se presentaron a Moisés y Aarón el mismo día
7 y les dijeron: «Estamos impuros por contacto de
cadáver humano. ¿Por qué hemos de quedar excluidos de presentar
la ofrenda a Yahveh a su tiempo con los demás israelitas?»
8 Moisés les respondió: «Esperad, que voy a consultar
lo que os manda Yahveh.»
9 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
10 «Diles a los israelitas: Si uno de vosotros o de
vuestros descendientes está impuro por cadáver, o está de viaje en
tierra lejana, también celebrará la Pascua en honor de Yahveh.
11 La celebrarán el mes segundo, el día catorce,
entre dos luces. La comerán con panes ázimos y hierbas amargas.
12 No dejarán nada para la mañana, ni le quebrantarán
ningún hueso. Según todo el ritual de la Pascua la celebrarán.
13 Pero el que, encontrándose puro y no habiendo
estado de viaje, deje de celebrar la Pascua, ese tal será extirpado de
su pueblo. Ese hombre cargará con su pecado, por no haber presentado la
ofrenda a Yahveh a su tiempo.
14 Y si un forastero reside entre vosotros y celebra
la Pascua en honor de Yahveh, la celebrará según los preceptos y normas
de la Pascua. Uno mismo será el ritual para vosotros, tanto para el
forastero como para el nativo del país.»
15 El día en que se erigió la Morada, la Nube cubrió
la Morada, la Tienda del Testimonio. Por la tarde se quedaba
sobre la Morada, con aspecto de fuego, hasta la mañana.
16 Así sucedía permanentemente: la Nube la cubría y
por la noche tenía aspecto de fuego.
17 Cuando se levantaba la Nube de encima de la
Tienda, los israelitas levantaban el campamento, y en el lugar en que
se paraba la Nube, acampaban los israelitas.
18 A la orden de Yahveh partían los israelitas y a la
orden de Yahveh acampaban. Quedaban acampados todos los días que la
Nube estaba parada sobre la Morada.
19 Si se detenía la Nube muchos días sobre la Morada,
los israelitas cumplían con el culto de Yahveh y no partían.
20 En cambio, si la Nube estaba sobre la Morada pocos
días, a la orden de Yahveh acampaban y a la orden de Yahveh partían.
21 Si la Nube estaba sobre la Morada sólo de la noche
a la mañana, y por la mañana se alzaba, ellos partían. Si estaba un día
y una noche y luego se elevaba, partían.
22 Si, en cambio, se detenía sobre la Morada dos
días, o un mes, o un año, reposando sobre ella, los israelitas se
quedaban en el campamento y no partían; pero en cuanto se elevaba,
partían.
23 A la orden de Yahveh acampaban y a la orden de
Yahveh movían el campamento. Rendían culto a Yahveh, según la
orden de Yahveh transmitida por Moisés.
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Numeros 10
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 «Hazte dos trompetas: las harás de plata maciza. Te
servirán para convocar a la comunidad y dar la señal de mover el
campamento.
3 Cuando suenen las dos, se reunirá junto a ti toda
la comunidad, a la entrada de la Tienda del Encuentro.
4 Pero cuando suene una sola, se reunirán contigo los
principales, jefes de millares de Israel.
5 Cuando toquéis a clamoreo, partirán los que acampan
a oriente.
6 Cuando toquéis a clamoreo por segunda vez, partirán
los campamentos que acampan al mediodía, Tocaréis a clamoreo para
partir;
7 en cambio, para congregar la asamblea, tocaréis sin
clamoreo.
8 Los hijos de Aarón, los sacerdotes, serán los que
toquen las trompetas: este serán un decreto perpetuo para
vosotros y para vuestra descendencia.
9 Cuando, ya en vuestra tierra, partáis para el
combate contra un enemigo que os oprime, tocaréis las trompetas a
clamoreo; así se acordará Yahveh, vuestro Dios, de vosotros, y seréis
librados de vuestros enemigos.
10 En vuestros días de fiesta, solemnidades,
neomenias, tocaréis las trompetas durante vuestros holocaustos y
sacrificios de comunión. Así haréis que vuestro Dios se acuerde de
vosotros. Yo, Yahveh, vuestro Dios.»
11 El año segundo, el mes segundo, el día veinte del
mes, se levantó la Nube de encima de la Morada del Testimonio,
12 y los israelitas partieron, en orden de marcha,
del desierto del Sinaí. La nube se detuvo en el desierto de Parán.
13 Partieron en vanguardia según la orden que Yahveh
había dado a Moisés:
14 la bandera del campamento de los hijos de Judá en
primer lugar, por cuerpos de ejército. Al frente de su tropa, iba
Najsón, hijo de Aminadab;
15 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de
Isacar, Natanael, hijo de Suar;
16 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de
Zabulón, Eliab, hijo de Jelón.
17 Entonces fue desmontada la Morada y partieron los
hijos de Guerson y los hijos de Merarí, llevando la Morada.
18 Partió luego la bandera del campamento de Rubén,
por cuerpos de ejército: al frente de su tropa iba Elisur, hijo de
Sedeur;
19 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de
Simeón, Selumiel, hijo de Surisadday;
20 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de
Gad, Elyasaf, hijo de Reuel.
21 Entonces partieron los quehatitas, que llevaban el
santuario (la Morada se montaba antes de que llegaran).
22 Partió luego la bandera del campamento de los
hijos de Efraím, por cuerpos de ejército; al frente de su tropa iba
Elisamá, hijo de Ammihud.
23 Al frente de la tropa de la tribu de los hijos de
Manasés, Gamaliel, hijo de Pedahsur;
24 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de
Benjamín, Abidán, hijo de Guideoní.
25 Luego, cerrando la marcha de todos los
campamentos, partió la bandera del campamento de los hijos de Dan, por
cuerpos de ejército. Al frente de su tropa iba Ajiézer, hijo de
Ammisadday;
26 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de
Aser, Paguiel, hijo de Okrán;
27 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de
Neftalí, Ajirá, hijo de Enán.
28 Este fue el orden de marcha de los israelitas,
repartidos en cuerpos de ejército. Y así partieron.
29 Dijo Moisés a Jobab, hijo de Reuel el madianita,
suegro de Moisés: «Nosotros partimos para el lugar del que ha
dicho Yahveh: Os lo daré. Ven con nosotros y te trataremos bien, porque
Yahveh ha prometido bienestar a Israel.»
30 El respondió: «No iré, sino que me volveré a mi
tierra y a mi parentela.»
31 Moisés insistió: «Por favor, no os dejes; tú
conoces los sitios donde acampar en el desierto; tú serás
nuestros ojos.
32 Si vienes con nosotros, te haremos partícipe del
bienestar con que Yahveh nos va a favorecer.»
33 Partieron del monte de Yahveh para hacer tres
jornadas. El arca de la alianza de Yahveh iba delante de ellos los tres
días de camino, buscándoles donde hacer alto.
34 La Nube de Yahveh iba de día sobre ellos, desde
que dejaron el campamento.
35 Cuando partía el arca, decía Moisés: «Levántate,
Yahveh, que tus enemigos se dispersen, huyan delante de ti los que te
odian.»
36 Y cuando se detenía, decía: «Vuelve, Yahveh, a las
miríadas de Israel.»
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Numeros 11
1 El pueblo profería quejas amargas a los oídos de
Yahveh, y Yahveh lo oyó. Se encendió su ira y ardió un fuego de Yahveh
entre ellos y devoró un extremo del campamento.
2 El pueblo clamó a Moisés y Moisés intercedió ante
Yahveh, y el fuego se apagó.
3 Por eso se llamó aquel lugar Taberá, porque había
ardido contra ellos el fuego de Yahveh.
4 La chusma que se había mezclado al pueblo se dejó
llevar de su apetito. También los israelitas volvieron a sus llantos
diciendo: «¿Quién nos dará carne para comer?
5 ¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos de
balde en Egipto, y de los pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos!
6 En cambio ahora tenemos el alma seca. No hay de
nada. Nuestros ojos no ven más que el maná.»
7 El maná era como la semilla del cilantro; su
aspecto era como el del bedelio.
8 El pueblo se desparramaba para recogerlo; lo molían
en la muela o lo majaban en el mortero; luego lo cocían en la olla y
hacían con él tortas. Su sabor era parecido al de una torta de aceite.
9 Cuando, por la noche, caía el rocío sobre el
campamento, caía también sobre él el maná.
10 Moisés oyó llorar al pueblo, cada uno en su
familia, a la puerta de su tienda. Se irritó mucho la ira de Yahveh. A
Moisés le pareció mal,
11 y le dijo a Yahveh: «¿Por qué tratas mal a tu
siervo? ¿Por qué no he hallado gracia a tus ojos, para que hayas echado
sobre mí la carga de todo este pueblo?
12 ¿Acaso he sido yo el que ha concebido a todo este
pueblo y lo ha dado a luz, para que me digas: “Llévalo en tu regazo,
como lleva la nodriza al niño de pecho, hasta la tierra que prometí con
juramento a sus padres?”
13 ¿De dónde voy a sacar carne para dársela a todo
este pueblo, que me llora diciendo: Danos carne para comer?
14 No puedo cargar yo solo con todo este pueblo: es
demasiado pesado para mí.
15 Si vas a tratarme así, mátame, por favor, si he
hallado gracia a tus ojos, para que no vea más mi desventura.»
16 Yahveh respondió a Moisés: «Reúneme setenta
ancianos de Israel, de los que sabes que son ancianos y escribas del
pueblo. Llévalos a la Tienda del Encuentro y que estén allí contigo.
17 Yo bajaré a hablar contigo; tomaré parte del
espíritu que hay en ti y lo pondré en ellos, para que lleven
contigo la carga del pueblo y no la tengas que llevar tú solo.
18 «Y al pueblo le dirás: Santificaos para mañana,
que vais a comer carne, ya que os habéis lamentado a oídos de Yahveh,
diciendo: “¿Quién nos dará carne para comer? Mejor nos iba en Egipto.”
Pues Yahveh os va a dar carne, y comeréis.
19 No un día, ni dos, ni cinco, ni diez ni veinte la
comeréis,
20 sino un mes entero, hasta que os salga por las
narices y os dé náuseas, pues habéis rechazado a Yahveh, que está en
medio de vosotros, y os habéis lamentado en su presencia, diciendo:
¿Por qué salimos de Egipto?»
21 Moisés respondió: «El pueblo en que estoy cuenta
600.000 de a pie, ¿y tú dices que les darás carne para comer un mes
entero?
22 Aunque se mataran para ellos rebaños de ovejas y
bueyes, ¿bastaría acaso? Aunque se juntaran todos los peces del
mar ¿habría suficiente?»
23 Pero Yahveh respondió a Moisés: «¿Es acaso corta
la mano de Yahveh? Ahora vas a ver si vale mi palabra o no.»
24 Salió Moisés y transmitió al pueblo las palabras
de Yahveh. Luego reunió a setenta ancianos del pueblo y los puso
alrededor de la Tienda.
25 Bajó Yahveh en la Nube y le habló. Luego tomó algo
del espíritu que había en él y se lo dio a los setenta ancianos. Y en
cuanto reposó sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, pero
ya no volvieron a hacerlo más.
26 Habían quedado en el campamento dos hombres, uno
llamado Eldad y el otro Medad. Reposó también sobre ellos el espíritu,
pues aunque no habían salido a la Tienda, eran de los designados. Y
profetizaban en el campamento.
27 Un muchacho corrió a anunciar a Moisés: «Eldad y
Medad están profetizando en el campamento.»
28 Josué, hijo de Nun, que estaba al servicio de
Moisés desde su mocedad, respondió y dijo: «Mi señor Moisés,
prohíbeselo.»
29 Le respondió Moisés: «¿Es que estás tú celoso por
mí? ¡Quién me diera que todo el pueblo de Yahveh profetizara porque
Yahveh les daba su espíritu!»
30 Luego Moisés volvió al campamento con los ancianos
de Israel.
31 Se alzó un viento, enviado por Yahveh, que hizo
pasar codornices del lado del mar, y las extendió sobre el campamento,
en una extensión de una jornada de camino a uno y otro lado alrededor
del campamento, y a una altura de dos codos por encima del suelo.
32 El pueblo se dedicó todo aquel día y toda la noche
y todo el día siguiente a capturar las codornices. El que menos, reunió
diez modios, y las tendieron alrededor del campamento.
33 Y todavía tenían la carne entre los dientes,
todavía la estaban masticando, cuando se encendió la ira de Yahveh
contra el pueblo, y lo hirió Yahveh con una plaga muy grande.
34 Se llamó a aquel lugar Quibrot Hattaavá, porque
allí sepultaron a la muchedumbre de glotones.
35 De Quibrot Hattaavá partió el pueblo hacia
Jaserot, y acamparon en Jaserot.
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Numeros 12
1 María y Aarón murmuraron contra Moisés por causa de
la mujer kusita que había tomado por esposa: por haberse casado con una
kusita.
2 Decían: «¿Es que Yahveh no ha hablado más que con
Moisés? ¿No ha hablado también con nosotros?» Y Yahveh lo oyó.
3 Moisés era un hombre muy humilde, más que hombre
alguno sobre la haz de la tierra.
4 De improviso, Yahveh dijo a Moisés, a Aarón y a
María: «Salid los tres a la Tienda del Encuentro.» Y salieron los tres.
5 Bajó Yahveh en la columna de Nube y se quedó a la
puerta de la Tienda. Llamó a Aarón y a María y se adelantaron los dos.
6 Dijo Yahveh: «Escuchad mis palabras: Si hay entre
vosotros un profeta, en visión me revelo a él, y hablo con él en
sueños.
7 No así con mi siervo Moisés: él es de toda
confianza en mi casa;
8 boca a boca hablo con él, abiertamente y no
enigmas, y contempla la imagen de Yahveh. ¿Por qué, pues, habéis osado
hablar contra mi siervo Moisés?»
9 Y se encendió la ira de Yahveh contra ellos. Cuando
se marchó,
10 y la Nube se retiró de encima de la Tienda, he
aquí que María estaba leprosa, blanca como la nieve. Aarón se volvió
hacia María y vio que estaba leprosa.
11 Y dijo Aarón a Moisés: «Perdón, Señor mío, no
cargues sobre nosotros el pecado que neciamente hemos cometido.
12 Por favor, que no sea ella como quien nace muerto
del seno de su madre, con la carne medio consumida.»
13 Moisés clamó a Yahveh diciendo: «Oh Dios, cúrala,
por favor.»
14 Yahveh respondió a Moisés: «Si tu padre le hubiera
escupido al rostro, ¿no tendría que pasar siete días de vergüenza? Que
quede siete días fuera del campamento y luego sea admitida otra vez.
15 María quedó siete días excluida del campamento.
Pero el pueblo no partió hasta que ella se reintegró.
16 Después el pueblo partió de Jaserot y acamparon en
el desierto de Parán.
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Numeros 13
1 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
2 «Envía algunos hombres, uno por cada tribu paterna,
para que exploren la tierra de Canaán que voy a dar a los israelitas.
Que sean todos principales entre ellos.»
3 Los envió Moisés, según la orden de Yahveh, desde
el desierto de Parán: todos ellos eran jefes de los israelitas.
4 Sus nombres eran éstos: por la tribu de Rubén,
Sammúa, hijo de Zakkur;
5 por la tribu de Simeón, Safat, hijo de Jorí;
6 por la tribu de Judá, Caleb, hijo de Yefunné;
7 por la tribu de Isacar, Yigal, hijo de José;
8 por la tribu de Efraím, Hosea, hijo de Nun;
9 por la tribu de Benjamín, Paltí, hijo de Rafú;
10 por la tribu de Zabulón, Gaddiel, hijo de Sodí;
11 por la tribu de José: por la tribu de Manasés,
Gaddí, hijo de Susí;
12 por la tribu de Dan, Ammiel, hijo de Guemalí;
13 por la tribu de Aser, Setur, hijo de Miguel;
14 por la tribu de Neftalí, Najbí, hijo de Vafsí;
15 por la tribu de Gad, Gueuel, hijo de Makí.
16 Esos son los nombres de los que envió Moisés a
explorar el país. Pero a Hosea, hijo de Nun, Moisés le llamo Josué.
17 Moisés los envió a explorar el país de Canaán, y
les dijo: «Subid ahí al Négueb y después subiréis a la montaña.
18 Reconoced el país, a ver qué tal es, y el pueblo
que lo habita, si es fuerte o débil, escaso o numeroso;
19 y qué tal es el país en que viven, bueno o malo;
cómo son las ciudades en que habitan, abiertas o fortificadas;
20 y cómo es la tierra, fértil o pobre, si tiene
árboles o no. Tened valor y traed algunos productos del país.» Era el
tiempo de las primeras uvas.
21 Subieron y exploraron el país, desde el desierto
de Sin hasta Rejob, a la Entrada de Jamat.
22 Subieron por el Négueb y llegaron hasta Hebrón,
donde residían Ajimán, Sesay y Talmay, los descendientes de Anaq.
Hebrón había sido fundada siete años antes que Tanis de Egipto.
23 Llegaron al Valle de Eskol y cortaron allí un
sarmiento con un racimo de uva, que transportaron con una pértiga entre
dos, y también granadas e higos.
24 Al lugar aquél se le llamó Valle de Eskol, por el
racimo que cortaron allí los israelitas.
25 Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar la
tierra.
26 Fueron y se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda
la comunidad de los israelitas, en el desierto de Parán, en Cadés. Les
hicieron una relación a ellos y a toda la comunidad, y les mostraron
los productos del país.
27 Les contaron lo siguiente: «Fuimos al país al que
nos enviaste, y en verdad que mana leche y miel; éstos son sus
productos.
28 Sólo que el pueblo que habita en el país es
poderoso; las ciudades, fortificadas y muy grandes; hasta hemos visto
allí descendientes de Anaq.
29 El amalecita ocupa la región del Négueb; el
hitita, el amorreo y el jebuseo ocupan la montaña; el cananeo, la
orilla del mar y la ribera del Jordán.»
30 Caleb acalló al pueblo delante de Moisés,
diciendo: «Subamos, y conquistaremos el país, porque sin duda podremos
con él.»
31 Pero los hombres que habían ido con él dijeron:
«No podemos subir contra ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros.»
32 Y empezaron a hablar mal a los israelitas del país
que habían explorado, diciendo: «El país que hemos recorrido y
explorado es un país que devora a sus propios habitantes. Toda la gente
que hemos visto allí es gente alta.
33 Hemos visto también gigantes, hijos de Anaq, de la
raza de los gigantes. Nosotros nos teníamos ante ellos como
saltamontes, y eso mismo les parecíamos a ellos.»
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Numeros 14
1 Entonces toda la comunidad alzó la voz y se puso a
gritar; y la gente estuvo llorando aquella noche.
2 Luego murmuraron todos los israelitas contra Moisés
y Aarón, y les dijo toda la comunidad: «¡Ojalá hubiéramos muerto en
Egipto! Y si no, ¡ojalá hubiéramos muerto en el desierto!
3 ¿Por qué Yahveh nos trae a este país para hacernos
caer a filo de espada y que nuestras mujeres y niños caigan en
cautiverio? ¿No es mejor que volvamos a Egipto?»
4 Y se decían unos a otros: «Nombremos a uno jefe y
volvamos a Egipto.»
5 Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra delante de
toda la asamblea de la comunidad de los israelitas.
6 Pero Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Yefunné,
que eran de los que habían explorado el país, rasgaron sus vestiduras
7 y dijeron a toda la comunidad de los israelitas:
«La tierra que hemos recorrido y explorado es muy buena tierra.
8 Si Yahveh nos es favorable, nos llevará a esa
tierra y nos la entregará. Es una tierra que mana leche y miel.
9 No os rebeléis contra Yahveh, ni temáis a la gente
del país, porque son pan comido. Se ha retirado de ellos su sombra, y
en cambio Yahveh está con nosotros. No tengáis miedo.»
10 Toda la comunidad hablaba de apedrearlos, cuando
la gloria de Yahveh se apareció en la Tienda del Encuentro, a todos los
israelitas.
11 Y dijo Yahveh a Moisés: «¿Hasta cuándo me va a
despreciar este pueblo? ¿Hasta cuándo van a desconfiar de mí, con todas
las señales que he hecho entre ellos?
12 Los heriré de peste y los desheredaré. Pero a ti
te convertiré en un pueblo más grande y poderoso que ellos.»
13 Moisés respondió a Yahveh: «Pero los egipcios
saben muy bien que, con tu poder, sacaste a este pueblo de en medio de
ellos.
14 Se lo han contado a los habitantes de este país.
Estos se han enterado de que tú, Yahveh, estás en medio de este pueblo,
y te das a ver cara a cara; de que tú, Yahveh, permaneces en tu Nube
sobre ellos, y caminas delante de ellos de día en la columna de
Nube, y por la noche en la columna de fuego.
15 Si haces perecer a este pueblo como un solo
hombre, dirán los pueblos que han oído hablar de ti:
16 Yahveh, como no ha podido introducir a ese pueblo
en la tierra que les había prometido con juramento, los ha matado
en el desierto.”
17 Muestra, pues, ahora tu poder, mi Señor, como
prometiste diciendo:
18 Yahveh es tardo a la cólera y rico en bondad,
tolera iniquidad y rebeldía; aunque nada deja sin castigo, castigando
la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta
generación.”
19 Perdona, pues, la iniquidad de este pueblo
conforme a la grandeza de tu bondad, como has soportado a este
pueblo desde Egipto hasta aquí.»
20 Dijo Yahveh: «Le perdono, según tus palabras.
21 Pero, vivo yo y la gloria de Yahveh llena toda la
tierra,
22 que ninguno de los que han visto mi gloria y las
señales que he realizado en Egipto y en el desierto, que me han
puesto a prueba ya diez veces y no han escuchado mi voz,
23 verá la tierra que prometí con juramento a sus
padres. No la verá ninguno de los que me han despreciado.
24 Pero a mi siervo Caleb, ya que fue animado de otro
espíritu y me obedeció puntualmente, le haré entrar en la tierra donde
estuvo, y su descendencia la poseerá.
25 El amalecita y el cananeo habitan en el llano.
Mañana, volveos y partid para el desierto, camino del mar de Suf.»
26 Yahveh habló a Moisés y Aarón y dijo:
27 «¿Hasta cuándo esta comunidad perversa, que está
murmurando contra mí? He oído las quejas de los israelitas, que están
murmurando contra mí.
28 Diles: Por mi vida - oráculo de Yahveh - que he de
hacer con vosotros lo que habéis hablado a mis oídos.
29 Por haber murmurado contra mí, en este desierto
caerán vuestros cadáveres, los de todos los que fuisteis revistados y
contados, de veinte años para arriba.
30 Os juro que no entraréis en la tierra en la que,
mano en alto, juré estableceros. Sólo a Caleb, hijo de Yefunné y a
Josué, hijo de Nun,
31 y a vuestros pequeñuelos, de los que dijisteis que
caerían en cautiverio, los introduciré, y conocerán la tierra que
vosotros habéis despreciado.
32 Vuestros cadáveres caerán en este desierto,
33 y vuestros hijos serán nómadas cuarenta años en el
desierto, cargando con vuestra infidelidad, hasta que no falte uno solo
de vuestros cadáveres en el desierto.
34 Según el numero de los días que empleasteis en
explorar el país, cuarenta días, cargaréis cuarenta años con vuestros
pecados, un año por cada día. Así sabréis lo que es apartarse de mí.
35 Yo, Yahveh, he hablado. Eso es lo que haré con
toda esta comunidad perversa, amotinada contra mí. En este desierto no
quedará uno: en él han de morir.»
36 Los hombres que había enviado Moisés a explorar la
tierra, que al volver habían incitado a toda la comunidad a
murmurar contra él, poniéndose a hablar mal del país,
37 aquellos hombres que habían hablado mal del país,
cayeron muertos delante de Yahveh.
38 En cambio, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de
Yefunné, sobrevivieron de entre los hombres que habían ido a explorar
la tierra.
39 Refirió Moisés estas palabras a todos los
israelitas y se afligió mucho el pueblo.
40 Madrugaron y subieron a la cumbre del monte,
diciendo: «Vamos a subir a ese lugar respecto del cual ha dicho
Yahveh que hemos pecado.»
41 Moisés les respondió: «¿Por qué hacéis eso,
pasando por encima de la orden de Yahveh? Eso no tendrá buen éxito.
42 No subáis, porque Yahveh no está en medio de
vosotros, no vayáis a ser derrotados frente a vuestros enemigos.
43 Porque el amalecita y el cananeo están allí contra
vosotros, y caeréis a filo de espada, pues después de haber
abandonado vosotros a Yahveh, Yahveh no está con vosotros.»
44 Pero ellos se obstinaron en subir a la cumbre del
monte. Ni el arca de la alianza de Yahveh, ni Moisés se movieron del
campamento.
45 Bajaron los amalecitas y los cananeos que
habitaban en aquella montaña, los batieron y los destrozaron hasta
llegar a Jormá.
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Numeros 15
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 «Habla a los israelitas y diles: Cuando entréis en
la tierra que yo os daré por morada,
3 y ofrezcáis manjares abrasados a Yahveh en
holocausto o sacrificio, para cumplir un voto, o como ofrenda
voluntaria o con ocasión de vuestras fiestas, ofreciendo así, de
vuestros bueyes u ovejas, calmante aroma para Yahveh,
4 el oferente presentará, para su ofrenda a Yahveh,
una oblación de una décima de flor de harina amasada con un cuarto de
sextario de aceite.
5 Harás una libación de un cuarto de sextario de vino
por cada cordero, además del holocausto o sacrificio.
6 Si es un carnero, la oblación será de dos décimas
de flor de harina amasada con un tercio de sextario de aceite,
7 y la libación, de un tercio de sextario de vino,
que ofrecerás como calmante aroma para Yahveh.
8 Y si ofreces a Yahveh un novillo en holocausto o
sacrificio, para cumplir un voto, o como sacrificio de comunión,
9 se ofrecerá además del novillo una oblación de tres
décimas de flor de harina amasada con medio sextario de aceite,
10 y una libación de medio sextario de vino, como
manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.
11 Así se hará con nada novillo y con las reses
menores, cordero o cabrito.
12 Haréis así con cada uno de los que inmoléis, con
tantos como hubiere.
13 Así hará todo hombre de vuestro pueblo, cuando
ofrezca un manjar abrasado como calmante aroma para Yahveh.
14 Si reside entre vosotros o entre vuestros
descendientes un forastero, y ofrece un manjar abrasado como
calmante aroma para Yahveh, lo mismo que vosotros hará
15 la asamblea. No habrá más que una norma para
vosotros y para el forastero residente. Es decreto perpetuo para
vuestros descendientes: igual será delante de Yahveh para vosotros que
para el forastero.
16 Una sola ley y una sola norma regirá para vosotros
y para el forastero que reside entre vosotros.»
17 Yahveh habló así a Moisés:
18 «Habla a los israelitas y diles: Cuando entréis en
la tierra a la que os voy a llevar,
19 y comáis el pan del país, reservaréis primero la
ofrenda para Yahveh.
20 Como primicias de vuestra molienda reservaréis
como ofrenda una torta; la reservaréis igual que se hace en la era.
21 Reservaréis a Yahveh una ofrenda de las primicias
de vuestra molienda, por todas vuestras generaciones.
22 «Cuando por inadvertencia no cumpláis alguno de
estos preceptos que Yahveh ha comunicado a Moisés,
23 algo de lo que os ha mandado Yahveh por medio de
Moisés, desde que Yahveh lo ordenó en adelante, por todas
vuestras generaciones,
24 en el caso de que la inadvertencia se haya
cometido por descuido de la comunidad, toda la comunidad ofrecerá un
novillo en holocausto, como calmante aroma para Yahveh, con su
correspondiente oblación y libación según costumbre, y un macho cabrío
en sacrificio por el pecado.
25 El sacerdote expiará por toda la comunidad de los
israelitas, y se les perdonará, porque ha sido un descuido. Cuando
presenten sus ofrendas, como manjar abrasado a Yahveh, y su sacrificio
por el pecado delante de Yahveh por su descuido,
26 se le perdonará a la comunidad de los israelitas y
al forastero que reside entre ellos, pues el pueblo entero lo ha hecho
por inadvertencia.
27 En el caso de que una sola persona haya pecado por
inadvertencia, ofrecerá en sacrificio por el pecado una cabrita de un
año.
28 El sacerdote expiará delante de Yahveh por la
persona que se ha descuidado con ese pecado de inadvertencia; cuando se
haga expiación por ella, se le perdonará,
29 lo mismo al ciudadano israelita que al forastero
residente entre vosotros: no tendréis más que una sola ley para el que
obra por inadvertencia.
30 Pero el que obra con descaro, sea ciudadano o
forastero, ultraja a Yahveh. Tal individuo será extirpado de su pueblo,
31 por haber despreciado la palabra de Yahveh,
quebrantado su mandato. Será exterminado tal individuo: su pecado
pesa sobre él.»
32 Cuando los israelitas estaban en el desierto, se
encontró a un hombre que andaba buscando leña en día de sábado.
33 Los que lo encontraron buscando leña, lo
presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad.
34 Le pusieron bajo custodia, porque no estaba
determinado lo que había que hacer con él.
35 Yahveh dijo a Moisés: «Que muera ese hombre. Que
lo apedree toda la comunidad fuera del campamento.»
36 Lo sacó toda la comunidad fuera del campamento y
lo apedrearon hasta que murió, según había mandado Yahveh a Moisés.
37 Yahveh dijo a Moisés:
38 «Habla a los israelitas y diles que ellos y sus
descendientes se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, y pongan
en el fleco de sus vestidos un hilo de púrpura violeta.
39 Tendréis, pues flecos para que, cuando los veáis,
os acordéis de todos los preceptos de Yahveh. Así los cumpliréis y no
seguiréis los caprichos de vuestros corazones y de vuestros ojos, que
os han arrastrado a prostituiros.
40 Así os acordaréis de todos mis mandamientos y los
cumpliréis, y seréis hombres consagrados a vuestro Dios.
41 Yo, Yahveh, vuestro Dios, que os saqué de Egipto
para ser Dios vuestro. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
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Numeros 16
1 Coré, hijo de Yishar, hijo de Quehat, hijo de Leví,
Datán y Abirón, hijos de Eliab, y On, hijo de Pélet, hijos de Rubén, se
enorgullecieron,
2 y se alzaron contra Moisés junto con 250
israelitas, principales de la comunidad, distinguidos en la
asamblea, personajes famosos.
3 Se amotinaron contra Moisés y Aarón y les dijeron:
«Esto ya pasa de la raya. Toda la comunidad entera, todos ellos están
consagrados y Yahveh está en medio de ellos. ¿Por qué, pues, os
encumbráis por encima de la asamblea de Yahveh?»
4 Lo oyó Moisés y cayó rostro en tierra.
5 Dijo luego a Coré y a toda su cuadrilla: «Mañana
por la mañana hará saber Yahveh quién es el suyo, quién es el
consagrado y le dejará acercarse. Al que Yahveh haya elegido le dejará
acercarse.
6 Mirad, pues, lo que habéis de hacer: Tomad los
incensarios de Coré y de toda su cuadrilla,
7 ponedles fuego y mañana les echaréis incienso ante
Yahveh. Aquel a quien elija Yahveh, será el consagrado; ¡esto ya
pasa de la raya, hijos de Leví!»
8 Dijo Moisés a Coré: «Oídme, hijos de Leví.
9 ¿Os parece poco que el Dios de Israel os haya
apartado de la comunidad de Israel para ponerlos junto a sí, prestar el
servicio a la Morada de Yahveh y estar al frente de la comunidad
atendiendo al culto en lugar de ella?
10 Te ha puesto junto a sí, a ti y a todos tus
hermanos, los hijos de Leví, y ¡todavía se os ha antojado el sacerdocio!
11 Por eso, contra Yahveh os habéis amotinado, tú y
toda tu cuadrilla; porque ¿quién es Aarón, para que murmuréis contra
él?»
12 Mandó Moisés llamar a Datán y Abirón, hijos de
Eliab. Pero ellos respondieron: «No queremos ir.
13 ¿Te parece poco habernos sacado de una tierra que
mana leche y miel para hacernos morir en el desierto, que todavía te
eriges como príncipe sobre nosotros?
14 No nos has traído a ningún país que mana leche y
miel, ni nos has dado una herencia de campos y vergeles. ¿Pretendes
cegar los ojos de estos hombres? ¡No iremos!»
15 Moisés se enojó mucho y dijo a Yahveh: «No mires a
su oblación. Yo no les he quitado ni un solo asno, ni le he hecho mal a
ninguno de ellos.»
16 Dijo Moisés a Coré: «Tú y toda tu cuadrilla
presentaos mañana delante de Yahveh: tú, ellos y Aarón.
17 Que tome cada uno su incensario, le ponga incienso
y lo presente delante de Yahveh; cada uno su incensario: 250
incensarios en total. Tú también, y Aarón, presentad cada uno vuestro
incensario.»
18 Tomaron cada uno su incensario, le pusieron fuego,
le echaron incienso y se presentaron a la entrada de la Tienda del
Encuentro, lo mismo que Moisés y Aarón.
19 Coré convocó ante éstos a toda la comunidad a la
puerta de la Tienda del Encuentro y se apareció la gloria de Yahveh a
toda la comunidad.
20 Habló Yahveh a Moisés y Aarón y les dijo:
21 «Apartaos de esa comunidad, que los voy a devorar
en un instante.»
22 Ellos cayeron rostro en tierra y clamaron: «Oh
Dios, Dios de los espíritus de toda carne: un solo hombre ha pecado, ¿y
te enojas con toda la comunidad?»
23 Respondió Yahveh a Moisés:
24 «Habla a esa comunidad y diles: Alejaos de los
alrededores de la morada de Coré.»
25 Se levantó Moisés y fue donde Datán y Abirón; los
ancianos de Israel le siguieron.
26 Y habló a la comunidad diciendo: «Apartaos, por
favor, de las tiendas de estos hombres malvados, y no toquéis nada de
cuanto les pertenece, no sea que perezcáis por todos sus pecados.»
27 Ellos se apartaron de los alrededores de la morada
de Coré. Datán y Abirón habían salido y estaban a la puerta de sus
tiendas, con sus mujeres, hijos y pequeñuelos.
28 Moisés dijo: «En esto conoceréis que Yahveh me ha
enviado para hacer todas estas obras, y que no es ocurrencia mía:
29 si mueren estos hombres como muere cualquier
mortal, alcanzados por la sentencia común a todo hombre, es que Yahveh
no me ha enviado.
30 Pero si Yahveh obra algo portentoso, si la tierra
abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y bajan vivos
al seol, sabréis que esos hombres han rechazado a Yahveh.
31 Y sucedió que, nada más terminar de decir estas
palabras, se abrió el suelo debajo de ellos;
32 la tierra abrió su boca y se los tragó, con todas
sus familias, así como a todos los hombres de Coré, con todos sus
bienes.
33 Bajaron vivos al seol con todo lo que tenían. Los
cubrió la tierra y desaparecieron de la asamblea.
34 A sus gritos huyeron todos los israelitas que
estaban a su alrededor, pues se decían: «No vaya a tragarnos la tierra.»
35 Brotó fuego de Yahveh, que devoró a los 250
hombres que habían ofrecido el incienso.
INICIO
Numeros 17
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 «Di a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que saque
los incensarios de entre las cenizas y esparza el fuego a distancia,
3 porque esos incensarios de pecado están consagrados
a precio de la vida de esos hombres. Haced con ellos láminas de metal,
para cubrir el altar, pues fueron presentados a Yahveh y consagrados.
Serán una señal para los israelitas.»
4 Tomó el sacerdote Eleazar los incensarios de bronce
que habían presentado los que fueron abrasados, y los laminó con
destino al altar.
5 Sirven para recordar a los israelitas que no se
acerque ningún laico, que no sea de la descendencia de Aarón, a ofrecer
el incienso delante de Yahveh; no le ocurra lo que a Coré y a su
cuadrilla, según se lo había dicho Yahveh por medio de Moisés.
6 Al día siguiente, murmuró toda la comunidad de los
israelitas contra Moisés y Aarón, diciendo: «Vosotros habéis matado al
pueblo de Yahveh.»
7 Como se amotinaba la comunidad contra Moisés y
Aarón, se volvieron éstos hacia la Tienda del Encuentro. Y vieron que
la Nube la había cubierto y se había aparecido la gloria de Yahveh.
8 Moisés y Aarón se llegaron hasta delante de la
Tienda del Encuentro.
9 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
10 «Alejaos de esa comunidad, que voy a consumirlos
en un instante.» Ellos cayeron rostro en tierra.
11 Dijo entonces Moisés a Aarón: «Toma el incensario,
ponle fuego del que hay sobre el altar, echa incienso y vete
rápidamente donde la comunidad a expiar por ellos. Porque ha salido ya
la Cólera de la presencia de Yahveh y ha comenzado la Plaga.»
12 Aarón lo tomó como le había dicho Moisés y corrió
a ponerse en medio de la asamblea; la Plaga había comenzado ya en el
pueblo. Echó el incienso e hizo la expiación por el pueblo.
13 Se plantó entre los muertos y los vivos, y la
Plaga se detuvo.
14 Los muertos por aquella plaga fueron 14.700, sin
contar los que murieron por causa de Coré.
15 Luego Aarón se volvió donde Moisés a la puerta de
la Tienda del Encuentro: había cesado ya la Plaga.
16 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
17 «Habla a los israelitas. Que te den una rama por
cada familia paterna: que entre todos los principales, en
representación de sus familias paternas, de den doce ramas. Y escribe
el nombre de cada uno en su rama.
18 En la rama de Leví escribe el nombre de Aarón,
pues ha de haber también una rama para el jefe de la familia de Leví.
19 Las depositarás en la Tienda del Encuentro,
delante del Testimonio, donde me suelo manifestar a ti.
20 El hombre cuya rama retoñe, será el que yo elijo.
Así dejarán de llegar hasta mí las murmuraciones que los israelitas
profieren contra vosotros.»
21 Moisés habló a los israelitas, y cada uno de los
principales le dio una rama, doce ramas, en representación de todas las
familias paternas. Entre sus ramas estaba también la rama de Aarón.
22 Moisés depositó las ramas delante de Yahveh en la
Tienda del Testimonio.
23 Al día siguiente, cuando entró Moisés en la Tienda
del Testimonio, vio que había retoñado la rama de Aarón, por la casa de
Leví: le habían brotado yemas, había florecido y había producido
almendras.
24 Moisés sacó todas las ramas de la presencia de
Yahveh, ante los israelitas; las vieron, y tomaron cada uno su rama.
25 Entonces dijo Yahveh a Moisés: «Vuelve a poner la
rama de Aarón delante del Testimonio, para guardarla como señal para
los rebeldes: acabará con las murmuraciones, que no llegarán ya hasta
mí, y así no morirán.»
26 Moisés lo hizo así; como le había mandado Yahveh
lo hizo.
27 Dijeron los israelitas a Moisés: «¡Estamos
perdidos! ¡Hemos perecido! ¡Todos hemos perecido!
28 Cualquiera que se acerca a la Morada de Yahveh,
muere. ¿Es que vamos a perecer hasta no quedar uno?»
INICIO
Numeros 18
1 Entonces Yahveh dijo a Aarón: «Tú, tus hijos y la
casa de tu padre contigo, cargaréis con las faltas cometidas contra el
santuario. Tú y tus hijos cargaréis con las faltas de vuestro
sacerdocio.
2 Haz que se acerquen también contigo tus hermanos de
la rama de Leví, de la tribu de tu padre. Que sean tus ayudantes y te
sirvan a ti y a tus hijos, delante de la Tienda del Testimonio.
3 Atenderán a tu ministerio y al de toda la Tienda.
Pero que no se acerquen ni a los objetos sagrados ni al altar, para que
no muráis ni ellos ni vosotros.
4 Serán tus ayudantes, desempeñarán el ministerio en
la Tienda, y ningún laico se acercará a vosotros.
5 Vosotros desempeñaréis el ministerio en el
santuario y en el altar, y así no vendrá de nuevo la Cólera sobre los
israelitas.
6 Yo he elegido a vuestros hermanos los levitas, de
entre los demás israelitas. Son un don que os hago; son «donados» a
Yahveh para prestar servicio en la Tienda del Encuentro.
7 Pero tú y tus hijos os ocuparéis de vuestro
sacerdocio en todo lo referente al altar y a todo lo de detrás del velo
y prestaréis vuestro servicio. Como un servicio gratuito os doy vuestro
sacerdocio. El laico que se acerque morirá.»
8 Dijo Yahveh a Aarón: «Yo te doy el servicio de lo
que se reserva para mí. Todo lo consagrado por los israelitas te lo doy
a ti y a tus hijos, como porción tuya, por decreto perpetuo.
9 Esto es lo que será tuyo de las cosas sacratísimas,
del manjar que se abrasa: todas las ofrendas que me restituyan los
israelitas, como oblación, como sacrificio por el pecado, o como
sacrificio de reparación, son sacratísimas: serán para ti y para tus
hijos.
10 De las cosas sacratísimas os alimentaréis. Todo
varón lo podrá comer. Lo considerarás como sagrado.
11 También te pertenecerá la ofrenda reservada de
todo lo que los israelitas den a mecer; te lo doy a ti y a tus hijos y
a tus hijas por decreto perpetuo. Cualquiera que esté puro en tu casa
lo podrá comer.
12 Todo lo mejor del aceite y la flor del mosto y del
trigo, las primicias que ofrezcan a Yahveh, te las doy a ti.
13 Los primeros productos que lleven a Yahveh, de
todo lo que produzca su tierra, serán para ti. Todo el que esté
puro en tu casa lo podrá comer.
14 Cuanto caiga bajo el anatema en Israel, será para
ti.
15 Todo primogénito que se presente a Yahveh de
cualquier especie, hombre o animal, será para ti. Pero harás rescatar
al primogénito del hombre y harás también rescatar al primogénito de
animal impuro.
16 Los harás rescatar al mes de nacidos, valorándolos
en cinco siclos de plata, en siclos del santuario, que son de veinte
óbolos.
17 Pero al primogénito de vaca, o de oveja, o de
cabra, no lo rescatarás: es sagrado. Derramarás su sangre sobre el
altar y su grasa la harás arder como manjar abrasado de calmante aroma
para Yahveh.
18 Su carne será para ti, así como el pecho del rito
del mecimiento y la pierna derecha.
19 Todo lo reservado de las cosas sagradas que los
israelitas reservan a Yahveh, te lo doy a ti y a tus hijos e hijas, por
decreto perpetuo. Alianza de sal es ésta, para siempre, delante de
Yahveh, para ti y tu descendencia.»
20 Yahveh dijo a Aarón: «Tú no tendrás heredad
ninguna en su tierra; no habrá porción para ti entre ellos. Yo soy tu
porción para ti entre ellos. Yo soy tu porción y tu heredad entre los
israelitas.
21 A los hijos de Leví, les doy en herencia todos los
diezmos de Israel, a cambio de su servicio: del servicio que prestan en
la Tienda del Encuentro.
22 Los israelitas no se volverán a acercar a la
Tienda del Encuentro: cargarían con un pecado y morirían.
23 Será Leví el que preste servicio en la Tienda del
Encuentro: ellos cargarán con sus faltas. Es decreto perpetuo para
vuestros descendientes: no tendrán heredad entre los israelitas,
24 porque yo les doy en herencia a los levitas los
diezmos que los israelitas reservan para Yahveh. Por eso les he dicho
que no tendrán heredad entre los israelitas.»
25 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
26 «Hablarás a los levitas y les dirás: Cuando
percibáis de los israelitas el diezmo que yo tomo de ellos y os doy en
herencia, reservaréis de él la reserva de Yahveh: el diezmo del diezmo.
27 Equivaldrá a vuestra ofrenda reservada, lo mismo
que el trigo tomado de la era y el mosto del lagar.
28 Así también vosotros reservaréis previamente la
reserva de Yahveh de todos los diezmos que percibáis de los israelitas.
Se lo daréis como ofrenda reservada de Yahveh al sacerdote Aarón.
29 De todos los dones que recibáis, reservaréis la
reserva de Yahveh; separaréis la parte sagrada de todo lo mejor.
30 Les dirás: Una vez que hayáis reservado lo mejor,
que equivale para los levitas al producto de la era y al producto del
lagar,
31 lo podréis comer, en cualquier lugar, vosotros y
vuestras familias: es vuestro salario por vuestro servicio en la Tienda
del Encuentro.
32 No tendréis que cargar por ello con ningún pecado,
pues antes habéis reservado lo mejor: así no profanaréis las
cosas consagradas por los israelitas y no moriréis.»
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Numeros 19
1 Habló Yahveh a Moisés y a Aarón y les dijo:
2 «Este es uno de los preceptos legales, prescrito
por Yahveh con estas palabras: Diles a los israelitas que te traigan
una vaca roja, sin defecto, que no tenga manchas, y que no haya llevado
yugo.
3 Dádsela al sacerdote Eleazar. Que la saquen fuera
del campamento y sea inmolada en su presencia.
4 Entonces el sacerdote Eleazar untará su dedo en la
sangre de la vaca y hará con la sangre siete aspersiones hacia la
entrada de la Tienda del Encuentro.
5 Será quemada la vaca en su presencia, con su piel,
su carne, su sangre e incluso sus excrementos.
6 Tomará el sacerdote leña de cedro, hisopo y grana,
y la echará en medio de la hoguera de la vaca.
7 El sacerdote purificará sus vestidos y se lavará el
cuerpo con agua; luego podrá ya entrar en el campamento; pero
será impuro el sacerdote hasta la tarde.
8 El que haya quemado la vaca purificará sus vestidos
con agua y lavará su cuerpo con agua; pero será impuro hasta la tarde.
9 Un hombre puro recogerá las cenizas de la vaca y
las depositará fuera del campamento, en lugar puro. Servirán a la
comunidad de los israelitas para el rito de hacer el agua lustral: es
un sacrificio por el pecado.
10 El que haya recogido las cenizas de la vaca lavará
sus vestidos y será impuro hasta la tarde. Este será decreto perpetuo
tanto para los israelitas como para el forastero residente entre ellos.
11 El que toque a un muerto, cualquier cadáver
humano, será impuro siete días.
12 Se purificará con aquellas aguas los días tercero
y séptimo, y quedará puro. Pero si no se ha purificado los días tercero
y séptimo, no quedará puro.
13 Todo el que toca un muerto, un cadáver humano, y
no se purifica, mancha la Morada de Yahveh; ese individuo será
extirpado de Israel, porque las aguas lustrales no han corrido sobre
él: es impuro; su impureza sigue sobre él.
14 Esta es la ley para cuando uno muere en la tienda.
Todo el que entre en la tienda, y todo el que esté en la tienda, será
impuro siete días.
15 Y todo recipiente descubierto, que no esté cerrado
con tapa o cuerda, será impuro.
16 Todo el que toque, en pleno campo, a un muerto a
espada, o a un muerto, o huesos de hombre, o una sepultura, será impuro
siete días.
17 Se tomará para el impuro ceniza de la víctima
inmolada en sacrificio por el pecado, y se verterá encima agua viva de
una vasija.
18 Un hombre puro tomará el hisopo, lo mojará en agua
y rociará la tienda y todos los objetos y personas que había en ella, e
igualmente al que tocó los huesos o al asesinado, o al muerto, o la
sepultura.
19 El hombre puro rociará al impuro los días tercero
y séptimo: el séptimo día le habrá limpiado de su pecado. Lavará el
impuro sus vestidos, se lavará con agua, y será puro por la tarde.
20 Pero el hombre que quedó impuro y no se purificó,
ése será extirpado de la asamblea, pues ha manchado el santuario de
Yahveh. Las aguas lustrales no han corrido sobre él: es un impuro.
21 Este será para vosotros decreto perpetuo. El que
haga la aspersión con las aguas lustrales lavará sus vestidos, y el que
haya tocado las aguas lustrales será impuro hasta la tarde.
22 Y todo lo que haya sido tocado por el impuro, será
impuro; y la persona que le toque a él, será impura hasta la tarde.
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Numeros 20
1 Los israelitas, toda la comunidad, llegaron al
desierto de Sin el mes primero, y se quedó todo el pueblo en Cadés.
Allí murió María y allí la enterraron.
2 No había agua para la comunidad, por lo que se
amotinaron contra Moisés y contra Aarón.
3 El pueblo protestó contra Moisés, diciéndole:
«Ojalá hubiéramos perecido igual que perecieron nuestros hermanos
delante de Yahveh.
4 ¿Por qué habéis traído la asamblea de Yahveh a este
desierto, para que muramos en él nosotros y nuestros ganados?
5 ¿Por qué nos habéis subido de Egipto, para traernos
a este lugar pésimo: un lugar donde no hay sembrado, ni higuera, ni
viña, ni ganado, y donde no hay ni agua para beber?»
6 Moisés y Aarón dejaron la asamblea, se fueron a la
entrada de la Tienda del Encuentro, y cayeron rostro en tierra. Y se
les apareció la gloria de Yahveh.
7 Yahveh habló con Moisés y le dijo:
8 «Toma la vara y reúne a la comunidad, tú con tu
hermano Aarón. Hablad luego a la peña en presencia de ellos, y ella
dará sus aguas. Harás brotar para ellos agua de la peña, y darás de
beber a la comunidad y a sus ganados.»
9 Tomó Moisés la vara de la presencia de Yahveh como
se lo había mandado.
10 Convocaron Moisés y Aarón la asamblea ante la peña
y él les dijo: «Escuchadme, rebeldes. ¿Haremos brotar de esta peña agua
para vosotros?»
11 Y Moisés alzó la mano y golpeó la peña con su vara
dos veces. El agua brotó en abundancia, y bebió la comunidad y su
ganado.
12 Dijo Yahveh a Moisés y Aarón: «Por no haber
confiado en mí, honrándome ante los israelitas, os aseguro que no
guiaréis a esta asamblea hasta la tierra que les he dado.»
13 Estas son las aguas de Meribá, donde protestaron
los israelitas contra Yahveh, y con las que él manifestó su santidad.
14 Envió Moisés mensajeros desde Cadés: «Al rey de
Edom. Así dice tu hermano Israel: Ya sabes por qué gran calamidad hemos
pasado.
15 Nuestros padres bajaron a Egipto y nos quedamos en
Egipto mucho tiempo. Pero los egipcios nos trataron mal, a
nosotros igual que a nuestros padres.
16 Clamamos entonces a Yahveh, y escuchó nuestra voz:
envió un ángel, y nos sacó de Egipto. Ahora estamos en Cadés, ciudad
fronteriza de tu territorio.
17 Déjanos, por favor, pasar por tu tierra. No
cruzaremos por campo ni por viñedo, ni beberemos agua de pozo.
Seguiremos el camino real, sin torcer ni a la derecha ni a la izquierda
hasta que crucemos tus fronteras.»
18 Edom le respondió: «No pasarás por mí. Si lo
haces, saldré espada en mano a tu encuentro.»
19 Le respondieron los israelitas: «Seguiremos por la
calzada, y si bebemos agua tuya, yo y mis rebaños, pagaremos su
precio. Se trata de pasar a pie: no tiene importancia».
20 Respondió él: «No pasarás.» Y salió Edom a su
encuentro con mucha gente y mano poderosa.
21 Como Edom negó el paso a Israel por su territorio,
Israel dio un rodeo.
22 Partieron de Cadés los israelitas, toda la
comunidad, y llegaron a Hor de la Montaña.
23 Y dijo Yahveh a Moisés y Aarón en Hor de la
Montaña, en la frontera del país de Edom:
24 «Que se reúna Aarón con los suyos, porque no debe
entrar en la tierra que he dado a los israelitas, por haberos
rebelado contra mi voz en las aguas de Meribá.
25 Toma a Aarón y a su hijo Eleazar y súbelos a la
montaña de Hor.
26 Le quitarás a Aarón sus vestiduras y se las
pondrás a su hijo Eleazar. Entonces Aarón se reunirá con los suyos:
allí morirá.»
27 Moisés hizo como le había mandado Yahveh. Subieron
a Hor de la Montaña a la vista de toda la comunidad.
28 Quitó Moisés a Aarón sus vestiduras y se las puso
a su hijo Eleazar. Y murió allí Aarón, en la cumbre del monte. Moisés y
Eleazar bajaron de la montaña.
29 Toda la comunidad se dio cuenta de que había
fallecido Aarón, y lloró a Aarón toda la casa de Israel durante treinta
días.
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Numeros 21
1 Oyó el rey de Arad, cananeo, que ocupaba el Négueb,
que llegaba Israel por el camino de Atarim, y atacó a Israel y le hizo
algunos prisioneros.
2 Entonces Israel formuló este voto a Yahveh: «Si
entregas a ese pueblo en mi mano, consagraré al anatema sus ciudades.»
3 Oyó Yahveh la voz de Israel y les entregó aquel
cananeo. Los consagraron al anatema a ellos y a sus ciudades. Por
eso se llamó aquel lugar Jormá.
4 Partieron de Hor de la Montaña, camino del mar de
Suf, rodeando la tierra de Edom. El pueblo se impacientó por el camino.
5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés:
«¿Por qué nos habéis subido de Egipto para morir en el desierto? Pues
no tenemos ni pan ni agua, y estamos cansados de ese manjar miserable.»
6 Envió entonces Yahveh contra el pueblo serpientes
abrasadoras, que mordían al pueblo; y murió mucha gente de Israel.
7 El pueblo fue a decirle a Moisés: «Hemos pecado por
haber hablado contra Yahveh y contra ti. Intercede ante Yahveh
para que aparte de nosotros las serpientes,» Moisés intercedió por el
pueblo.
8 Y dijo Yahveh a Moisés: «Hazte un Abrasador y ponlo
sobre un mástil. Todo el que haya sido mordido y lo mire, vivirá.»
9 Hizo Moisés una serpiente de bronce y la puso en un
mástil. Y si una serpiente mordía a un hombre y éste miraba la
serpiente de bronce, quedaba con vida.
10 Partieron los israelitas y acamparon en Obot.
11 Partieron de Obot y acamparon en Iyyé Haabarim, en
el desierto que limita con Moab, hacia la salida del sol.
12 Partieron de allí y acamparon en el torrente de
Zered.
13 De allí partieron y acamparon más allá del Arnón.
Este estaba en el desierto y salía del territorio de los amorreos, pues
el Arnón hacía de frontera de Moab, entre moabitas y amorreos.
14 Por eso se dice en el libro de las Guerras de
Yahveh: ... Vaheb, cerca de Sufá y el torrente del Arnón,
15 y el declive del torrente que corre hacia la
región de Ar y se apoya en la frontera de Moab.
16 Y de allí fueron a Beer - Este es el pozo a
propósito del cual dijo Yahveh a Moisés: «Reúne al pueblo y les daré
agua.»
17 Entonces Israel entonó este cántico: Sobre el Pozo. Cantadle,
18 Pozo que cavaron Príncipes, que excavaron los
jefes del pueblo, con el cetro, con sus bastones. - Y del desierto a
Mattaná,
19 de Mattaná a Najaliel, de Najaliel a Bamot,
20 y de Bamot al valle que está en el campo de Moab,
hacia la cumbre del Pisgá, que domina la parte del desierto.
21 Israel envió mensajeros a decir a Sijón, rey de
los amorreos:
22 «Quisiera pasar por tu tierra. No me desviaré por
campos y viñedos, ni beberé agua de pozo. Seguiremos el camino
real hasta que crucemos tus fronteras.»
23 Pero Sijón negó a Israel el paso por su
territorio; reunió toda su gente y salió al desierto, al encuentro de
Israel, hasta Yahás, donde atacó a Israel.
24 Pero Israel le hirió a filo de espada y se apoderó
de su tierra, desde el Arnón hasta el Yabboq, hasta los límites de los
hijos de Ammón, porque Yazer estaba en la frontera de los hijos de
Ammón.
25 Israel tomó todas aquellas ciudades. Ocupó Israel
todos los pueblos de los amorreos, Jesbón y todas sus aldeas.
26 Porque Jesbón era la ciudad de Sijón, rey de los
amorreos. Este había combatido al primer rey de Moab, y le había
quitado toda su tierra hasta el Arnón.
27 Por eso dicen los trovadores: ¡Venid a Jesbón, que
sea construida, fortificada, la ciudad de Sijón!
28 Porque fuego ha salido de Jesbón, una llama de la
ciudad de Sijón: ha devorado Ar Moab, ha tragado las alturas del Arnón.
29 ¡Ay de ti, Moab!, perdido estás, pueblo de Kemós.
Entrega sus hijos a la fuga y sus hijas al cautiverio, en manos de
Sijón, el rey amorreo.
30 Su posteridad ha perecido, desde Jesbón hasta
Dibón, y hemos dado fuego desde Nofaj hasta Mádaba.
31 Israel se estableció en la tierra de los amorreos.
32 Moisés mandó a explorar Yazer y la tomaron junto
con sus aldeas despojando al amorreo que vivía allí.
33 Se volvieron y subieron camino de Basán. Og, rey
de Basán, salió a su encuentro con toda su gente, para darles
batalla en Edreí.
34 Yahveh dijo a Moisés: «No le temas, porque lo he
puesto en tu mano con todo su pueblo y su tierra. Harás con él
como hiciste con Sijón, el rey amorreo que habitaba en Jesbón.»
35 Y le batieron a él, a sus hijos y a toda su gente,
hasta que no quedó nadie a salvo. Y se apoderaron de su tierra.
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Numeros 22
1 Luego partieron los israelitas y acamparon en las
Estepas de Moab, al otro lado del Jordán, a la altura de Jericó.
2 Vio Balaq, hijo de Sippor, todo lo que había hecho
Israel con los amorreos
3 y se estremeció Moab ante pueblo, pues era muy
numeroso. Tuvo miedo Moab de los israelitas
4 y dijo a los ancianos de Madián: «Ahora veréis cómo
esa multitud va a devastarlo todo a nuestro alrededor, como devasta el
buey la hierba del campo.» Balaq, hijo de Sippor, era rey de Moab por
aquel tiempo.
5 Envió mensajeros a buscar a Balaam, hijo de Beor, a
Petor del Río, en tierra de los hijos de Ammav, para decirle: «He aquí
que el pueblo que ha salido de Egipto ha cubierto la superficie de la
tierra y se ha establecido frente a mí.
6 Ven, pues, por favor, maldíceme a ese pueblo, pues
es más fuerte que yo, a ver si puedo vencerle y lo arrojo del
país. Pues sé que el que tú bendices queda bendito y el que maldices,
maldito.»
7 Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de
Madián, con la paga del vaticinio en sus manos. Llegaron donde Balaam y
le dijeron las palabras de Balaq.
8 El les contestó: «Pasad aquí la noche y os
responderé según lo que me diga Yahveh.» Los jefes de Moab se
quedaron en casa de Balaam.
9 Entró Yahveh donde Balaam y le dijo: «¿Qué hombres
son ésos que están en tu casa?»
10 Le respondió Balaam a Dios: «Balaq, hijo de
Sippor, rey de Moab, me ha enviado a decir:
11 El pueblo que ha salido de Egipto ha cubierto la
superficie de la tierra. Ven, pues, maldícemelo, a ver si puedo
vencerlo y expulsarlo.»
12 Pero dijo Dios a Balaam: «No vayas con ellos, no
maldigas a ese pueblo porque es bendito.»
13 Se levantó Balaam de madrugada y dijo a los jefes
de Balaq: «Id a vuestra tierra, porque Yahveh no quiere dejarme ir con
vosotros.»
14 Se levantaron, pues, los jefes de Moab, volvieron
donde Balaq y le dijeron: «Balaam se ha negado a venir con nosotros.»
15 Balaq envió otra vez jefes en mayor numero y más
ilustres que los anteriores.
16 Fueron donde Balaam y le dijeron: «Así dice Balaq,
hijo de Sippor: No rehúses, por favor, venir a mí,
17 que te recompensaré con grandes honores y haré
todo lo que me digas. Ven, por favor, y maldíceme a ese pueblo.»
18 Respondió Balaam a los siervos de Balaq: «Aunque
me diera Balaq su casa llena de plata y oro, no podría traspasar la
orden de Yahveh mi Dios en nada, ni poco ni mucho.
19 Quedaos aquí también vosotros esta noche y
averiguaré qué más me dice Yahveh.»
20 Entró Dios donde Balaam por la noche y le dijo:
«¿No han venido esos hombres a llamarte? Levántate y vete con ellos.
Pero has de cumplir la palabra que yo te diga.»
21 Se levantó Balaam de madrugada, aparejó su asna y
se fue con los jefes de Moab.
22 Cuando iba, se encendió la ira de Yahveh y el
Ángel de Yahveh se puso en el camino para estorbarle. El montaba la
burra y sus dos muchachos iban con él.
23 La burra vio al Ángel de Yahveh plantado en el
camino, la espada desenvainada en la mano. La burra se apartó del
camino y se fue a campo traviesa. Balaam pegó a la burra para hacerla
volver al camino.
24 Pero el Ángel de Yahveh se puso en un sendero
entre las viñas, con una pared a un lado y otra a otro.
25 Al ver la burra al Ángel de Yahveh, se arrimó a la
pared y raspó el pie de Balaam contra la pared. El le pegó otra
vez.
26 Volvió el Ángel de Yahveh a cambiar de sitio, y se
puso en un paso estrecho, donde no había espacio para apartarse
ni a la derecha ni a la izquierda.
27 Vio la burra al Ángel de Yahveh y se echó con
Balaam encima. Balaam se enfureció y pegó a la burra con un palo.
28 Entonces Yahveh abrió la boca de la burra, que
dijo a Balaam: «¿qué te he hecho yo para que me pegues con ésta
ya tres veces?»
29 Respondió Balaam a la burra: «Porque te has
burlado de mí. Ojalá tuviera una espada en la mano; ahora mismo te
mataba.»
30 Respondió la burra a Balaam: «¿No soy yo tu burra,
y me has montado desde siempre hasta el día de hoy? ¿Acaso acostumbro a
portarme así contigo?» Respondió él: «No.»
31 Entonces abrió Yahveh los ojos de Balaam, que vio
al Ángel de Yahveh, de pie en el camino, la espada desenvainada en la
mano; y se inclinó y postró rostro en tierra.
32 El Ángel de Yahveh le dijo; «¿Por qué has pegado a
tu burra con ésta ya tres veces? He sido yo el que he salido a
cerrarte el paso, porque delante de mí se tuerce el camino.
33 La burra me ha visto y se ha apartado de mí tres
veces. Gracias a que se ha desviado, porque si no, para ahora te
habría matado y a ella la habría dejado con vida.»
34 Dijo entonces Balaam al Ángel de Yahveh: «He
pecado, pues no sabía que tú te habías puesto en mi camino. Pero ahora
mismo, si esto te parece mal, me vuelvo.»
35 Respondió el Ángel de Yahveh a Balaam: «Vete con
esos hombres, pero no dirás nada más que lo que yo te diga.» Balaam
marchó con los jefes de Balaq.
36 Oyó Balaq que llegaba Balaam y salió a su
encuentro hacia Ar Moab, en la frontera del Arnón, en los confines
del territorio.
37 Dijo Balaq a Balaam: «¿No te mandé llamar? ¿Por
qué no viniste donde mí? ¿Es que no puedo recompensarte?»
38 Respondió Balaam a Balaq: «Mira que ahora ya he
venido donde ti. A ver si puedo decir algo. La palabra que ponga
Dios en mi boca es la que diré.»
39 Marchó Balaam con Balaq y llegaron a Quiryat Jusot.
40 Sacrificó Balaq una vaca y una oveja y le envió
porciones a Balaam y a los jefes que le acompañaban.
41 A la mañana, tomó Balaq a Balaam y lo hizo subir a
Bamot Baal, desde donde se veía un extremo del campamento.
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Numeros 23
1 Dijo Balaam a Balaq: «Constrúyeme aquí siete
altares y prepárame siete novillos y siete carneros.»
2 Balaq hizo lo que le había dicho Balaam, y ofreció
en holocausto un novillo y un carnero en cada altar.
3 Dijo entonces Balaam a Balaq: «Quédate junto a tus
holocaustos, mientras yo voy a ver si me sale al encuentro Yahveh. La
palabra que me manifieste, te la comunicaré.» Y se fue a un monte
pelado.
4 Salió Dios al encuentro de Balaam y éste le dijo:
«Siete altares he preparado y he ofrecido en holocausto un novillo y un
carnero sobre cada altar.»
5 Yahveh entonces puso una palabra en la boca de
Balaam y le dijo: «Vuelve donde Balaq y esto le dirás.»
6 Volvió donde él y estaba aún de pie junto a su
holocausto, con todos los príncipes de Moab.
7 El entonó su trova y dijo: «De Aram me hace venir
Balaq, el rey de Moab desde los montes de Quédem: “Ven, maldíceme a
Jacob; ven, execra a Israel.”
8 ¿Cómo maldeciré, si no maldice Dios? ¿Cómo
execraré, si no execra Yahveh?
9 De la cumbre de las peñas lo diviso, de lo alto de
las colinas lo contemplo: es un pueblo que vive aparte; no es contado
entre las naciones.
10 ¿Quién contará el polvo de Jacob, quién numerará
la polvareda de Israel? Muera mi alma con la muerte de los justos, Sea
mi paradero como el suyo.»
11 Dijo Balaq a Balaam: «¿Qué me has hecho? ¡Para
maldecir a mis enemigos te he traído y los has colmado de bendiciones!»
12 Le respondió diciendo: «¿No tengo yo que esmerarme
en hablar todo lo que Yahveh me pone en la boca?»
13 Le respondió Balaq: «Ven, pues, a otro sitio
conmigo porque lo que ves desde aquí no es más que un extremo, no lo
ves entero. Maldícemelo desde allí.»
14 Y le llevó al Campo de los Centinelas, hacia la
cumbre del Pisgá. Construyó siete altares y ofreció en holocausto
un novillo y un carnero en cada altar.
15 Balaam dijo a Balaq: «Quédate aquí junto a tus
holocaustos, mientras yo salgo al encuentro.»
16 Salió Yahveh al encuentro de Balaam, puso una
palabra en su boca y le dijo: «Vuelve donde Balaq y esto le dirás.»
17 Volvió donde él y lo encontró aún de pie junto a
sus holocaustos, con los príncipes de Moab. Le dijo Balaq: «¿Qué ha
dicho Yahveh?»
18 El entonó su trova diciendo: «Levántate, Balaq, y
escucha, prestame oídos, hijo de Sippor.
19 No es Dios un hombre, para mentir, ni hijo de
hombre, para volverse atrás. ¿Es que él dice y no hace, habla y no lo
mantiene?
20 He aquí que me ha tocado bendecir; bendeciré y no
me retractaré.
21 No he divisado maldad en Jacob, ni he descubierto
infortunio en Israel. Yahveh su Dios está con él, y en él se oye
proclamar a un rey.
22 Dios le hace salir de Egipto, como cuernos de
búfalo es para él.
23 No hay presagio contra Jacob, ni sortilegio contra
Israel. Según se le está diciendo a Jacob y a Israel: «¿Qué hace tu
Dios?»,
24 he aquí que un pueblo se levanta como leona, se
yergue como león: no se acostará hasta devorar la presa y beber la
sangre de sus víctimas.»
25 Balaq dijo a Balaam: «Ya que no le maldices, por
lo menos no le bendigas.»
26 Respondió Balaam y dijo a Balaq: «¿No te he dicho
que hago todo lo que me dice Yahveh?»
27 Dijo Balaq a Balaam: «Ven, por favor, que te lleve
a otro sitio, a ver si le place a Dios que me lo maldigas desde
allí.»
28 Llevó Balaq a Balaam a la cumbre del Peor, que
domina la parte del desierto.
29 Dijo Balaam a Balaq: «Constrúyeme aquí siete
altares y prepárame aquí siete novillos y siete carneros.»
30 Balaq hizo lo que le había dicho Balaam, y ofreció
en holocausto un novillo y un carnero en cada altar.
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Numeros 24
1 Vio Balaam que agradaba a Yahveh bendecir a Israel,
y ya no fue como las otras veces al encuentro de los augurios, sino que
se volvió cara al desierto.
2 Y al alzar los ojos, vio Balaam a Israel acampado
por tribus. Y le invadió el espíritu de Dios.
3 Entonó su trova y dijo: «Oráculo de Balaam, hijo de
Beor, oráculo del varón clarividente.
4 Oráculo del que oye los dichos de Dios, del que ve
la visión de Sadday del que obtiene respuesta, y se le abren los ojos.
5 ¡Qué hermosas son tus tiendas, Jacob, y tus
moradas, Israel!
6 Como valles espaciosos, como jardines a la vera del
río, como áloes que plantó Yahveh, como cedros a la orilla de las
aguas.
7 Sale un héroe de su descendencia, domina sobre
pueblos numerosos. Se alza su rey por encima de Agag, se alza su
reinado.
8 Dios le hace salir de Egipto, como cuernos de
búfalo es para él. Devora el cadáver de sus enemigos y les quebranta
los huesos.
9 Se agacha, se acuesta, como león, como leona,
¿quién le hará levantar? ¡Bendito el que te bendiga! ¡Maldito el que te
maldiga!»
10 Se enfureció Balaq contra Balaam, palmoteó
fuertemente, y dijo a Balaam: «Te he llamado para maldecir a mis
enemigos y he aquí que los has llenado de bendiciones ya por
tercera vez.
11 Lárgate ya a tu tierra. Te dije que te colmaría de
honores, pero Yahveh te ha privado de ellos.»
12 Respondió Balaam a Balaq: «¿No les dije yo a los
mensajeros que me enviaste:
13 “Aunque me diera Balaq su casa llena de plata y
oro, no podría salirme de la orden de Yahveh, ni hacer por mi cuenta
nada, bueno ni malo; lo que me diga Yahveh, eso es lo que diré?”
14 Ahora, pues, que me marcho a mi pueblo, ven, que
te voy a anunciar lo que hará este pueblo al cabo del tiempo.»
15 Entonó su trova y dijo: «Oráculo de Balaam, hijo
de Beor, oráculo del varón clarividente.
16 oráculo del que escucha los dichos de Dios, del
que conoce la ciencia del Altísimo; del que ve lo que le hace ver
Sadday, del que obtiene la respuesta, y se le abren los ojos.
17 Lo veo, aunque no para ahora, lo diviso, pero no
de cerca: de Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel.
Aplasta las sienes de Moab, el cráneo de todos los hijos de Set.
18 Será Edom tierra conquistada, tierra conquistada
Seír. Israel despliega su poder,
19 Jacob domina a sus enemigos, aniquila a los
fugitivos de Ar.»
20 Vio Balaam a Amalec, entonó su trova y dijo:
«Primicias de las naciones, Amalec; pero al cabo perecerá para siempre.»
21 Vio luego a los quenitas, entonó su trova y dijo:
«Firme es tu morada, Caín, en la peña está puesto tu nido.
22 Pero el nido es de Beor; ¿hasta cuándo te tendrá
cautivo Asur?
23 Entonó luego su trova y dijo: Pueblos del Mar
reviven por el Norte,
24 barcos por el lado de Kittim. Oprimen a Asur,
oprimen a Héber;también él perecerá para siempre.»
25 Luego se levantó Balaam, y se fue de vuelta a su
país. También Balaq se fue por su camino.
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Numeros 25
1 Israel se estableció en Sittim. Y el pueblo se puso
a fornicar con las hijas de Moab.
2 Estas invitaron al pueblo a los sacrificios de sus
dioses, y el pueblo comió y se postró ante sus dioses.
3 Israel se adhirió así al Baal de Peor, y se
encendió la ira de Yahveh contra Israel.
4 Dijo Yahveh a Moisés: «Toma a todos los jefes del
pueblo y empálalos en honor de Yahveh, cara al sol; así cederá el
furor de la cólera de Yahveh contra Israel.»
5 Dijo Moisés a los jueces de Israel: «Matad cada uno
a los vuestros que se hayan adherido a Baal de Peor.»
6 Sucedió que un hombre, un israelita, vino y
presentó ante sus hermanos a la madianita, a los mismos ojos de
Moisés y de toda la comunidad de los israelitas, que estaban
llorando a la entrada de la Tienda del Encuentro.
7 Al verlos Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del
sacerdote Aarón, se levantó de entre la comunidad, lanza en mano,
8 entró tras el hombre a la alcoba y los atravesó a
los dos, al israelita y a la mujer, por el bajo vientre. Y se detuvo la
plaga que azotaba a los israelitas.
9 Los muertos por la plaga fueron 24.000.
10 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
11 «Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote
Aarón, ha aplacado mi furor contra los israelitas, porque él ha sido,
de entre vosotros, el que ha sentido celo por mí; por eso no he acabado
con los israelitas a impulso de mis celos.
12 Por eso digo: Le concedo a él mi alianza de paz.
13 Habrá para él y para su descendencia después de él
una alianza de sacerdocio perpetuo. En recompensa de haber sentido celo
por su Dios, celebrará el rito de expiación sobre los israelitas.»
14 El israelita herido, el que fue herido con la
madianita, se llamaba Zimri, hijo de Salú, principal de una casa
paterna de Simeón.
15 Y la mujer herida, la madianita, se llamaba Kozbí,
hija de Sur. Este era jefe de su clan, de una casa paterna de
Madián.
16 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
17 «Atacad a los madianitas y batidlos,
18 porque ellos os han atacado a vosotros engañándoos
con sus malas artes, con lo de Peor, y con lo de su hermana
Kozbí, hija de un príncipe de Madián, la que fue herida el día de la
plaga que hubo por lo de Peor.»
19 Después de la plaga,
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Numeros 26
1 Yahveh habló a Moisés y a Eleazar, hijo del
sacerdote Aarón, y les dijo:
2 «Haced el recuento de toda la comunidad de los
israelitas, por casas paternas, de veinte años en adelante, de
todos los útiles para la guerra.»
3 Moisés y el sacerdote Eleazar les pasaron revista
en las Estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó,
4 como había mandado Yahveh a Moisés y a los
israelitas cuando salían de Egipto. De veinte años en adelante:
5 Rubén, primogénito de Israel. Hijos de Rubén: de
Henoc, el clan henoquita; de Pallú, el clan paluita;
6 de Jesrón, el clan jesronita; de Karmí, el clan
karmita.
7 Esos eran los clanes rubenitas. Hecho el censo,
resultaron ser 43.730.
8 Hijos de Pallú: Eliab.
9 Hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abirón. Estos Datán
y Abirón eran famosos en la comunidad y se rebelaron contra
Moisés y Aarón con la cuadrilla de Coré, cuando ésta se rebeló contra
Yahveh.
10 La tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a
Coré, cuando el fuego devoró a 250 hombres, para que sirvieran de
escarmiento.
11 Pero los hijos de Coré no murieron.
12 Hijos de Simeón, por clanes: De Nemuel, el clan
nemuelita; de Yamín, el clan yaminita; de Yakín, el clan yakinita;
13 de Zéraj, el clan zerajita; de Saúl, el clan
saulita.
14 Esos eran los clanes simeonitas. Fueron contados:
22.200.
15 Hijos de Gad, por clanes: De Sefón, el clan
sefonita; de Jagguí, el clan jagguita; de Suní, el clan sunita;
16 de Ozní, el clan oznita; de Erí, el clan erita;
17 de Arod, el clan arodita; de Arelí, el clan
arelita.
18 Esos eran los clanes de los hijos de Gad. Según el
censo fueron contados: 40.500.
19 Hijos de Judá: Er y Onán. Er y Onán murieron en la
tierra de Canaán.
20 Los hijos de Judá, por clanes, eran: de Selá, el
clan selanita; de Peres, el clan peresita; de Zéraj, el clan zerajita.
21 Hijos de Peres fueron: de Jesrón, el clan
jesronita; de Jamul, el clan jamulita.
22 Esos eran los clanes de Judá. Según el censo
fueron contados: 76.500.
23 Hijos de Isacar, por clanes: de Tolá, el clan
tolaíta; de Puvá el clan puvita
24 de Yasub, el clan yasubita; de Simrón, el clan
simronita.
25 Esos eran los clanes de Isacar. Según el censo
fueron contados 64.300.
26 Hijos de Zabulón, por clanes: de Séred, el clan
sardita; de Elón, el clan elonita; de Yajleel, el clan yajleelita.
27 Esos eran los clanes de Zabulón. Según el censo:
60.500.
28 Hijos de José, por clanes: Manasés y Efraím.
29 Hijos de Manasés: de Makir, el clan makirita.
Makir engendró a Galaad. De Galaad, el clan galaadita.
30 Los hijos de Galaad eran: de Yézer, el clan
Yezerita; de Jéleq, el clan jelequita;
31 Asriel, el clan asrielita; Sekem, el clan sekemita;
32 Semidá, el clan semidaita; Jéfer, el clan jeferita;
33 Selofjad, hijo de Jéfer, no tuvo hijos; solamente
hijas. Se llamaban las hijas de Selofjad: Majlá, Noá, Jojlá, Milká y
Tirsá.
34 Esos eran los clanes de Manasés, según el censo:
52.700.
35 Estos eran los hijos de Efraím, por clanes: de
Sutélaj, el clan sutelajita; de Beker, el clan bekerita; de Taján, el
clan tajanita.
36 Estos son los hijos de Sutélaj: de Erán, el clan
eranita.
37 Esos eran los clanes de los hijos de Efraím. Según
el censo fueron contados: 32.500. Esos eran los hijos de José, por
clanes.
38 Hijos de Benjamín, por clanes: de Belá, el clan
belaíta; de Asbel, el clan asbelita; de Ajiram, el clan ajiramita;
39 de Sefufam, el clan sefufamita; de Jufam, el clan
jufamita.
40 Fueron los hijos de Belá, Ard y Naamán: el clan
ardita; de Naamán, el clan naamanita.
41 Esos eran los hijos de Benjamín, por clanes. Según
el censo fueron contados: 45.600.
42 Estos eran los hijos de Dan, por clanes: de Sujam,
el clan sujamita. Estos eran los clanes de Dan, por clanes:
43 Todos los clanes sujamitas. Según el censo fueron
contados: 64.400.
44 Hijos de Aser, por clanes: de Yimná, el clan
yimnita; de Yisví, el clan yisvita; de Beriá, el clan berita.
45 De los hijos de Beriá: de Jéber, el clan jeberita;
de Malkiel, el clan malkielita.
46 La hija de Aser, se llamaba Sáraj.
47 Esos eran los clanes de los hijos de Aser. Según
el censo fueron contados: 53.400.
48 Hijos de Neftalí, por clanes: de Yajseel, el clan
yajseelita; de Guní, el clan gunita;
49 de Yéser, el clan yisrita; de Sillem, el clan
silemita.
50 Esos eran los clanes de Neftalí, por clanes. Según
el censo fueron contados: 45.400.
51 Los revistados de los israelitas resultaron ser
601.730.
52 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
53 «A éstos les has de repartir la tierra en
herencia, conforme al numero de alistados:
54 al grande le aumentarás la herencia y al pequeño
se la reducirás; a cada uno se le dará la herencia según el numero de
sus alistados.
55 Pero el reparto se hará a suertes; según el numero
de alistados de cada tribu paterna se hará la distribución.
56 A suertes distribuirás la herencia, distinguiendo
entre el grande y el pequeño.
57 Estos fueron los alistados de Leví, por clanes. De
Guerson, el clan guersonita; de Quehat, el clan quehatita; de Merarí,
el clan merarita.
58 Estos eran los clanes de Leví: el clan libnita, el
clan hebronita, el clan majlita, el clan musita, el clan coreíta.
Quehat engendró a Amram.
59 La mujer de Amram se llamaba Yokebed, hija
de Leví, que le nació a Leví en Egipto. Amram tuvo de ella a Aarón, a
Moisés y a María su hermana.
60 Aarón engendró a Nadab y Abihú, a Eleazar e Itamar.
61 Nadab y Abihú murieron al ofrecer fuego profano
delante de Yahveh.
62 El total del censo de todos los varones de un mes
en adelante fue 23.000. Porque no fueron alistados con los demás
israelitas, pues no se les daba herencia entre los demás israelitas.
63 Estos fueron los revistados por Moisés y el
sacerdote Eleazar. Revistaron a los israelitas en las Estepas de Moab,
cerca del Jordán a la altura de Jericó.
64 Entre ellos no quedaba nadie de los que habían
sido alistados por Moisés y por el sacerdote Aarón, cuando hicieron el
censo de los israelitas en el desierto del Sinaí.
65 Es que Yahveh les había dicho que morirían en el
desierto, sin que quedara uno de ellos, excepto Caleb, hijo de
Yefunné, y Josué, hijo de Nun.
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Numeros 27
1 Entonces se acercaron las hijas de Selofjad, hijo
de Jéfer, hijo de Galaad, hijo de Makir, hijo de Manasés, de los clanes
de Manasés, hijo de José. Se llamaban las hijas: Majlá, Noá, Joglá,
Milká y Tirsá.
2 Se presentaron a Moisés y al sacerdote Eleazar, a
los principales y a toda la comunidad, a la entrada de la Tienda
del Encuentro, y dijeron:
3 «Nuestro padre murió en el desierto. No era de la
facción que se amotinó contra Yahveh, de la facción de Coré; por
sus propios pecados murió sin tener hijos.
4 ¿Por qué ha de ser borrado de su clan el nombre de
nuestro padre, sólo por no haber tenido hijos? Danos alguna
propiedad entre los hermanos de nuestro padre.»
5 Moisés expuso su caso ante Yahveh.
6 Respondió Yahveh a Moisés:
7 «Han hablado bien las hijas de Selofjad. Dales,
pues, en propiedad una heredad entre los hermanos de su padre;
traspásales a ellas la herencia de su padre.
8 Y dirás a los israelitas: Si un hombre muere y no
tiene ningún hijo, traspasará su herencia a su hija.
9 Si tampoco tiene hija, daréis la herencia a sus
hermanos.
10 Si tampoco tiene hermanos, daréis la herencia a
los hermanos de su padre.
11 Y si su padre no tenía hermanos, daréis la
herencia al pariente más próximo de su clan, el cual tomará posesión de
ella. Esta será norma de derecho para los israelitas, según lo ordenó
Yahveh a Moisés.»
12 Dijo Yahveh a Moisés: «Sube ahí a la sierra de
Abarim y mira la tierra que he dado a los israelitas.
13 Cuando la veas, irás a reunirte tú también a los
tuyos, como se reunió tu hermano Aarón.
14 Porque os rebelasteis en el desierto de Sin,
cuando protestó la comunidad y cuando os mandé manifestar delante
de ella mi santidad, por medio del agua.» Estas son las aguas de Meribá
de Cadés, en el desierto de Sin.
15 Habló Moisés a Yahveh y le dijo:
16 «Que Yahveh, Dios de los espíritus de toda carne,
ponga un hombre al frente de esta comunidad,
17 uno que salga y entre delante de ellos y que los
haga salir y entrar, para que no quede la comunidad de
Yahveh como rebaño sin pastor.»
18 Respondió Yahveh a Moisés: «Toma a Josué, hijo de
Nun, hombre en quien está el espíritu, impónle tu mano,
19 y colócalo delante del sacerdote Eleazar y delante
de toda la comunidad para darle órdenes en presencia de ellos
20 y comunicarle parte de tu dignidad, con el fin de
que le obedezca toda la comunidad de los israelitas.
21 Que se presente al sacerdote Eleazar y que éste
consulte acerca de él, según el rito del Urim, delante de Yahveh. A sus
órdenes saldrán y a sus órdenes entrarán él y todos los israelitas,
toda la comunidad.»
22 Moisés hizo como le había mandado Yahveh: tomó a
Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda
la comunidad.
23 Le impuso su mano y le dio sus órdenes, como había
dicho Yahveh por Moisés.
INICIO
Numeros 28
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 «Manda a los israelitas en estos términos: Tendréis
cuidado de traer a su tiempo mi ofrenda, mi alimento, manjares míos
abrasados de calmante aroma.
3 Les dirás: Este será el manjar abrasado que
ofreceréis a Yahveh: «Corderos de un año, sin defecto, dos al día, como
holocausto perpetuo.
4 Uno de los corderos lo ofrecerás en holocausto por
la mañana, y el otro cordero entre dos luces;
5 y como oblación, una décima de medida de flor de
harina, amasada con un cuarto de sextario de aceite virgen.
6 Es el holocausto perpetuo ofrecido antaño en el
monte Sinaí como calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh.
7 Y la libación correspondiente: un cuarto de
sextario por cada cordero. La libación de bebida fermentada para
Yahveh la derramarás en el santuario.
8 El segundo cordero lo ofrecerás entre dos luces: lo
ofrecerás con la misma oblación y libación que el de la mañana, como
manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.
9 «El día de sábado, dos corderos de un año, sin
tacha, y como oblación dos décimas de flor de harina amasada con
aceite, y su correspondiente libación.
10 El holocausto del sábado, con su libación, se
añadirá los sábados al holocausto perpetuo.
11 Los primeros de mes ofreceréis un holocausto a
Yahveh: dos novillos, un carnero y siete corderos de un año, sin
tacha.
12 Como oblación tres décimas de flor de harina
amasada con aceite por cada novillo; dos décimas de flor de
harina amasada con aceite, como oblación por el carnero;
13 una décima de flor de harina amasada con aceite,
por cada cordero. Es un holocausto de calmante aroma, manjar abrasado
para Yahveh.
14 Las libaciones correspondientes serán: medio
sextario de vino por novillo, un tercio de sextario por carnero y un
cuarto de sextario por cordero. Este será el holocausto mensual, todos
los meses del año uno tras otro.
15 Ofrecerás también a Yahveh, como sacrificio por el
pecado, un macho cabrío con su libación, además del holocausto
perpetuo.
16 «El mes primero, el día catorce del mes, es la
Pascua de Yahveh,
17 y el día quince del mismo mes es día de fiesta.
Durante siete días comeréis panes ázimos.
18 El día primero habrá reunión sagrada. No haréis
ningún trabajo servil.
19 Ofreceréis como manjar abrasado en holocausto a
Yahveh: dos novillos, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha.
20 La oblación correspondiente de flor de harina
amasada con aceite será de tres décimas por novillo, dos décimas por el
carnero,
21 y una décima por cada uno de los siete corderos;
22 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado,
para expiar por vosotros.
23 Esto, además del holocausto de la mañana, que
ofreceréis como holocausto perpetuo.
24 Así haréis los siete días. Es un alimento, un
manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh: se ofrece además
del holocausto perpetuo y de su libación.
25 El día séptimo tendréis reunión sagrada; no haréis
ningún trabajo servil.
26 «El día de las primicias, cuando ofrezcáis a
Yahveh oblación de frutos nuevos en vuestra fiesta de las Semanas,
tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil.
27 Ofreceréis en holocausto, como calmante aroma para
Yahveh, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año.
28 La oblación correspondiente será de flor de harina
amasada con aceite: tres décimas por novillo, dos décimas por el
carnero,
29 y una décima por cada uno de los siete corderos;
30 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado
para hacer expiación por vosotros.
31 Haréis esto además del holocausto perpetuo, con su
oblación y su libaciones.
INICIO
Numeros 29
1 «El mes séptimo, el primero de mes, tendréis
reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil. Será para vosotros el
día de los Clamores.
2 Ofreceréis un holocausto como calmante aroma para
Yahveh: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin
tacha.
3 La oblación correspondiente de flor de harina
amasada con aceite, será de tres décimas por el novillo, dos
décimas por el carnero
4 y una décima por cada uno de los siete corderos;
5 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado,
para hacer la expiación por vosotros.
6 Esto, además del holocausto mensual y de su
oblación, del holocausto perpetuo y de su oblación y sus libaciones,
según la norma correspondiente, como calmante aroma, manjar abrasado
para Yahveh.
7 «El día décimo del mismo mes séptimo tendréis
reunión sagrada; ayunaréis y no haréis ningún trabajo.
8 Ofreceréis en holocausto a Yahveh, como calmante
aroma, un novillo, un carnero, siete corderos de un año, que habrán de
ser sin defecto;
9 su oblación de flor de harina amasada con aceite,
será: tres décimas por el novillo, dos décimas por el carnero,
10 una décima por cada uno de los siete corderos;
11 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado
de la fiesta de la Expiación, del holocausto perpetuo, de su
oblación y sus libaciones.
12 «El día quince del mes séptimo tendréis reunión
sagrada; no haréis ningún trabajo servil y celebraréis fiesta en
honor de Yahveh durante siete días.
13 Ofreceréis en holocausto un manjar abrasado de
calmante aroma para Yahveh: trece novillos, dos carneros, catorce
corderos de un año, que serán sin defecto;
14 la oblación correspondiente será de flor de harina
amasada con aceite, tres décimas por cada uno de los trece novillos,
dos décimas por cada uno de los dos carneros,
15 y una décima por cada uno de los catorce corderos;
16 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado;
además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
17 El día segundo, doce novillos, dos carneros,
catorce corderos de un año, sin tacha,
18 con las oblaciones y libaciones correspondientes a
los novillos, carneros y corderos, conforme a su numero y según la
norma;
19 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado;
además del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones.
20 El día tercero: once novillos, dos carneros,
catorce corderos de un año, sin tacha,
21 con las oblaciones y libaciones correspondientes a
los novillos, carneros y corderos, conforme a su numero y según
la norma;
22 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado;
además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
23 El día cuarto: diez novillos, dos carneros,
catorce corderos de un año, sin tacha;
24 las oblaciones y libaciones correspondientes a los
novillos, carneros y corderos, conforme a su numero y según la norma;
25 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado;
además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
26 El día quinto: nueve novillos, dos carneros,
catorce corderos de un año, sin tacha;
27 las oblaciones y libaciones correspondientes a los
novillos, carneros y corderos, conforme a su numero y según la norma;
28 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado;
además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
29 El día sexto: ocho novillos, dos carneros, catorce
corderos de un año, sin tacha;
30 las oblaciones y libaciones correspondientes a los
novillos, carneros y corderos, conforme a su numero y según la norma;
31 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado;
además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
32 El día séptimo: siete novillos, dos carneros,
catorce corderos de un año, sin tacha;
33 las oblaciones y libaciones correspondientes a los
novillos, carneros y corderos, conforme a su numero y según la norma;
34 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado;
además del holocausto perpetuo y de su oblación y su libación.
35 El día octavo será para vosotros de reunión
solemne; no haréis ningún trabajo servil.
36 Ofreceréis un holocausto, como manjar abrasado de
calmante aroma para Yahveh: un novillo, un carnero, siete
corderos de un año, sin tacha;
37 la oblación y libaciones correspondientes al
novillo, al carnero y a los corderos, conforme a su numero y según la
norma;
38 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado;
además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
39 Estos son los sacrificios que ofreceréis a Yahveh
en vuestras solemnidades, aparte de vuestras ofrendas votivas y
espontáneas, holocaustos, oblaciones, libaciones y sacrificios de
comunión.»
INICIO
Numeros 30
1 Moisés habló a los israelitas conforme en todo a lo
que le había ordenado Yahveh.
2 Habló Moisés a los jefes de tribu de los israelitas
y les dijo: «Esto es lo que ha ordenado Yahveh:
3 Si un hombre hace un voto a Yahveh, o se compromete
a algo con juramento, no violará su palabra: cumplirá todo lo que ha
salido de su boca.
4 Y si una mujer hace un voto a Yahveh, o adquiere un
compromiso, en su juventud, cuando está en casa de su padre,
5 si su padre se entera de su voto o del compromiso
que ha contraído, y no le dice nada su padre, serán firmes todos sus
votos, y todos los compromisos que ha contraído serán firmes.
6 Pero si su padre, el mismo día en que se entera de
cualquiera de sus votos o de los compromisos que ha contraído, lo
desaprueba, no serán firmes. Yahveh no se lo tendrá en cuenta, pues su
padre lo ha desaprobado.
7 Y si se casa cuando todavía está ligada por sus
votos o por un compromiso que inconsideradamente contrajeron sus labios,
8 si su marido se entera, y el mismo día en que se
entera no lo desaprueba, serán firmes sus votos, y los
compromisos que adquirió serán válidos.
9 Pero si el día en que se entera su marido, lo
desaprueba, anula el voto que la obligaba y el compromiso que
inconsideradamente contrajeron sus labios. Yahveh no se lo tendrá en
cuenta.
10 El voto de una mujer viuda o repudiada, y todos
los compromisos contraídos por ella, serán firmes.
11 Si una mujer ha hecho votos en casa de su marido,
o se ha comprometido con juramento,
12 y se entera su marido y no le dice nada, no lo
desaprueba, serán firmes todos sus votos, y todo compromiso que haya
adquirido será firme.
13 Pero si su marido se los anula el mismo día en que
se entera, no será firme nada de lo que ha salido de sus labios, sea
voto o compromiso. Yahveh no se lo tendrá en cuenta, porque su marido
se los anuló.
14 Cualquier voto o compromiso jurado que grava a la
mujer, puede ratificarlo o anularlo el marido.
15 Si no le dice nada su marido para el día
siguiente, es que confirma cualquier voto o compromiso que tenga; los
confirma por no haberle dicho nada el día que se enteró.
16 Pero si los anula más tarde, cargará él con la
falta de ella.»
17 Estos son los preceptos que Yahveh dio a Moisés
acerca de las relaciones entre marido y mujer, y entre el padre y la
hija que, durante su juventud, vive todavía en casa de su padre.
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Numeros 31
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 «Haz que los israelitas tomen venganza de los
madianitas. Luego irás a reunirte con tu parentela.»
3 Moisés habló al pueblo y le dijo: «Que se armen
algunos de vosotros para la guerra de Yahveh contra Madián, para
tomar de Madián la venganza de Yahveh.
4 Pondréis sobre las armas mil de cada tribu, de
todas las tribus de Israel.»
5 Los millares de Israel suministraron, a razón de
mil por cada tribu, 12.000 hombres armados para la guerra.
6 Moisés envió al combate mil por cada tribu, y con
ellos a Pinjás, hijo del sacerdote Eleazar, que llevaba en su
mano los objetos sagrados y las trompetas del clamoreo.
7 Atacaron a Madián como había mandado Yahveh a
Moisés y mataron a todos los varones.
8 Mataron también a los reyes de Madián: Eví, Réquem,
Sur, Jur y Rebá, cinco reyes madianitas; y a Balaam, hijo de Beor, lo
mataron a filo de espada.
9 Los israelitas hicieron cautivas a las mujeres de
Madián y a sus niños y saquearon su ganado, sus rebaños, y todos
sus bienes.
10 Dieron fuego a todas las ciudades en que habitaban
y a todos sus campamentos.
11 Reunieron todo el botín que habían capturado,
hombres y bestias,
12 y llevaron los cautivos, la presa y el botín ante
Moisés, ante el sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad de los
israelitas, al campamento, en las Estepas de Moab, que están cerca del
Jordán, a la altura de Jericó.
13 Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los
principales de la comunidad salieron a su encuentro hasta fuera del
campamento.
14 Moisés se encolerizó contra los jefes de las
tropas, jefes de millar y jefes de cien, que volvían de la
expedición guerrera.
15 Les dijo Moisés: «¿Pero habéis dejado con vida a
todas las mujeres?
16 Precisamente ellas fueron las que indujeron a
prevaricar contra Yahveh a los israelitas, siguiendo el consejo
de Balaam, cuando lo de Peor; por eso azotó la plaga a la
comunidad de Yahveh.
17 Matad, pues, a todos los niños varones. Y a toda
mujer que haya conocido varón, que haya dormido con varón,
matadla también.
18 Pero dejad con vida para vosotros a todas las
muchachas que no hayan dormido con varón.
19 Y vosotros, todos los que hayáis matado a alguno y
todos los que hayáis tocado a algún muerto, acampad fuera del
campamento siete días. Purificaos vosotros y vuestros cautivos, el día
tercero y el día séptimo.
20 Purificad también todos los vestidos, todos los
objetos de cuero, todo tejido de pelo de cabra y todo objeto de
madera.»
21 Dijo el sacerdote Eleazar a los hombres de la
tropa que habían ido a la guerra: «Este es el precepto de la Ley que
ordenó Yahveh a Moisés.
22 El oro, la plata, el bronce, el hierro, el estaño
y el plomo,
23 todo lo que puede pasar por el fuego, lo pasaréis
por el fuego y quedará puro. Pero será purificado con las aguas
lustrales. Pero todo lo que no pueda pasar por el fuego lo pasaréis por
las aguas.»
24 Lavaréis vuestros vestidos el día séptimo y
quedaréis puros. Luego podréis entrar en el campamento.
25 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
26 «Sacad la cuenta, tú, el sacerdote Eleazar y los
principales de las familias de la comunidad, del botín y de los
cautivos, hombres y bestias.
27 Luego repartirás el botín, la mitad para los
combatientes que fueron a la guerra y la otra mitad para toda la
comunidad.
28 Reservarás para Yahveh, de la parte de los
combatientes que fueron a la guerra, uno por cada quinientos, sean
hombres, bueyes, asnos u ovejas.
29 Lo tomarás de la mitad que les corresponde y se lo
darás al sacerdote Eleazar, como reserva para Yahveh.
30 Y de la mitad de los israelitas, uno por cada
cincuenta, sean hombres, bueyes, asnos u ovejas, cualquier clase de
bestias, y se lo darás a los levitas, que están encargados del
ministerio de la Morada de Yahveh.
31 Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron como había
mandado Yahveh a Moisés.
32 Fue el botín, el remanente de lo que la gente de
guerra había saqueado: 675.000 cabezas de ganado lanar,
33 72.000 de vacuno
34 y 61.000 de ganado asnal.
35 En cuanto a las personas, las mujeres que no
habían dormido con varón eran, en total, 32.000.
36 La mitad correspondiente a los que fueron al
combate: 337.500 cabezas de ganado lanar,
37 siendo la parte de Yahveh de ganado lanar, 675
cabezas;
38 36.000 de vacuno, siendo la parte de Yahveh 72,
39 30.500 de asnal, siendo la parte de Yahveh 61.
40 Las personas eran 16.000, correspondiendo a
Yahveh, 32.
41 Moisés dio al sacerdote Eleazar la reserva de
Yahveh, como había ordenado Yahveh a Moisés.
42 La mitad perteneciente a los israelitas, que había
separado Moisés de la de los combatientes,
43 esta mitad correspondiente a la comunidad era de
337.500 cabezas de ganado lanar;
44 36.000 de vacuno;
45 30.500 de asnal,
46 y 16.000 personas.
47 Tomó Moisés de la mitad de los israelitas, a razón
de uno por cincuenta, hombres y bestias, y se los dio a los
levitas, que se encargan del ministerio de la Morada de Yahveh, como
había ordenado Yahveh a Moisés.
48 Se presentaron ante Moisés los jefes de las tropas
de Israel que habían ido a la guerra, jefes de millar y jefes de cien,
49 y dijeron a Moisés: «Tus siervos han sacado la
cuenta de los combatientes que tenían a sus órdenes, y no falta ni uno.
50 Por eso traemos de ofrenda a Yahveh lo que cada
uno de nosotros ha encontrado en objetos de oro, brazaletes, ajorcas,
anillos, arracadas y collares, para hacer expiación por nosotros
delante de Yahveh.»
51 Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos
el oro y las joyas.
52 El total del oro de la reserva que reservaron para
Yahveh, de parte de los jefes de millar y de cien, fue 16.750
siclos.
53 Los combatientes habían tomado cada uno su botín.
54 Pero Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los
jefes de millar y de cien y lo llevaron ala Tienda del Encuentro,
para que sirviera ante Yahveh de memorial en favor de los israelitas.
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Numeros 32
1 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchos
rebaños, muy grandes. Vieron que el país de Yazer y el país de Galaad
eran tierra propia para el pastoreo,
2 y los hijos de Gad y los hijos de Rubén fueron y
dijeron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los principales de la
comunidad:
3 «Atarot, Dibón, Yazer, Nimrá, Jesbón, Elalé, Sebam,
Nebo, y Meón,
4 el país que Yahveh conquistó delante de la
comunidad de Israel es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado.»
5 Y añadieron: «Si hemos hallado gracia a tus ojos,
que se nos dé esta tierra a tus siervos en propiedad; no nos hagas
pasar el Jordán.»
6 Respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos
de Rubén: «¿Es que vuestros hermanos van a ir al combate y vosotros os
vais a quedar aquí?
7 ¿Por qué os oponéis a que los israelitas pasen a la
tierra que les ha dado Yahveh?
8 Así hicieron ya vuestros padres, cuando los mandé
de Cadés Barnea a ver la tierra:
9 subieron al valle de Eskol, vieron la tierra e
impidieron que los israelitas entrasen en la tierra que les había
dado Yahveh.
10 Por eso se encendió la ira de Yahveh aquel día y
juró diciendo:
11 “Nunca verán los hombres que salieron de Egipto,
de veinte años para arriba, la tierra que prometí con juramento a
Abraham, a Isaac y a Jacob..., porque no me han sido fieles,
12 excepto Caleb, hijo de Yefunné el quenizeo, y
Josué, hijo de Nun, que fueron fieles a Yahveh.”
13 Se encendió la ira de Yahveh contra Israel y los
hizo andar errantes por el desierto durante cuarenta años, hasta que se
acabó toda aquella generación que había obrado mal a los ojos de Yahveh.
14 ¡Y ahora vosotros os alzáis a imitación de
vuestros padres, como retoño de hombres pecadores, para atizar más el
fuego de la ira de Yahveh contra Israel!
15 Si os apartáis de él, volverá a retenernos en el
desierto, y acarrearéis el desastre a todo este pueblo.»
16 Entonces se acercaron a Moisés y le dijeron:
«Podemos construir aquí rediles para nuestras ovejas y ciudades
para nuestros niños.
17 Pero nosotros tomaremos las armas a la cabeza de
los israelitas, hasta que los introduzcamos en sus lugares, mientras
que nuestros hijos de quedarán en las plazas fuertes, al abrigo de los
habitantes del país.
18 No volveremos a nuestras casas hasta que los
israelitas se posesionen cada uno de su herencia.
19 Que nosotros no tendremos herencia con ellos al
otro lado del Jordán, pues nuestra herencia nos ha tocado del
lado oriental del Jordán.»
20 Moisés les dijo: «Si hacéis lo que habéis dicho,
si os armáis para combatir delante de Yahveh,
21 y todos vuestros combatientes pasan el Jordán
delante de Yahveh, hasta que arroje a sus enemigos ante vosotros,
22 y la tierra es ocupada delante de Yahveh, podéis
volver después y quedaréis exentos de culpa ante Yahveh y ante
Israel. Esta tierra os pertenecerá en propiedad delante de Yahveh.
23 Pero si no lo hacéis así, habréis pecado contra
Yahveh, y sabed que vuestro pecado os saldrá al encuentro.
24 Construíos ciudades para vuestros niños, y rediles
para vuestros rebaños; pero haced lo que habéis prometido.»
25 Dijeron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a
Moisés: «Tus siervos harán como mi Señor manda.
26 Nuestros hijos, nuestras mujeres, nuestros rebaños
y todo nuestro ganado, se quedarán aquí en las ciudades de Galaad.
27 Pero tus siervos, todos los que llevan armas,
pasarán delante de Yahveh, para ir a la guerra, como dice mi Señor.»
28 Moisés dio orden al sacerdote Eleazar, a Josué,
hijo de Nun, y a los jefes de las casas paternas de las tribus de
los israelitas,
29 y les dijo Moisés: «Si los hijos de Gad y los
hijos de Rubén, todos los que llevan armas, pasan con vosotros el
Jordán, para combatir delante de Yahveh, y la tierra queda dominada por
vosotros, les daréis el país de Galaad en propiedad.
30 Pero si los que llevan armas no pasan con
vosotros, tendrán su herencia entre vosotros en el país de Canaán.»
31 Respondieron los hijos de Gad y los hijos de
Rubén: «Lo que ha hablado Yahveh a tus siervos, eso haremos.
32 Nosotros pasaremos armados delante de Yahveh al
país de Canaán; pero danos la propiedad de nuestra herencia a
este lado del Jordán.»
33 Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de
Rubén y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sijón,
rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Basán; el país con las
ciudades comprendidas en sus fronteras y las ciudades colindantes.
34 Los hijos de Rubén construyeron las plazas fuertes
de Dibón, Atarot y Aroer,
35 Atrot Sofán, Yazer, Yogbohá,
36 Bet Nimrá, Bet Harán, y rediles para los rebaños.
37 Los hijos de Rubén construyeron Jesbón, Elalé,
Quiryatáyim,
38 Nebo, Baal Meón, cambiadas de nombre, y Sibmá. Y
pusieron nombres a las ciudades que construyeron.
39 Los hijos de Makir, hijo de Manasés, fueron a
Galaad, la conquistaron y expulsaron a los amorreos que habitaban
allí.
40 Moisés dio Galaad a Makir, hijo de Manasés, que se
estableció allí.
41 Yaír, hijo de Manasés, fue y se apoderó de los
aduares de ellos y los llamó Aduares de Yaír.
42 Nóbaj fue y se apoderó de Quenat y de sus
filiales, y le puso su propio nombre Nóbaj.
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Numeros 33
1 Estas son las etapas de los israelitas, que
salieron de Egipto por cuerpos de ejército, a las órdenes de
Moisés y Aarón.
2 Moisés, por orden de Yahveh, escribió los puntos de
donde partían, etapa por etapa. Estas fueron sus etapas, con
indicación de los puntos de partida.
3 Partieron de Ramsés el mes primero. El día quince
del mes primero, al día siguiente de la Pascua, salieron los
israelitas, la mano en alto, en presencia de todos los egipcios.
4 Los egipcios estaban enterrando a los suyos que
habían sido heridos por Yahveh, a todos los primogénitos; Yahveh había
hecho justicia de sus dioses.
5 Partieron los israelitas de Ramsés y acamparon en
Sukkot.
6 Partieron de Sukkot y acamparon en Etam, que está
en el extremo del desierto.
7 Partieron de Etam y se detuvieron en Pi Hajirot,
que está frente a Baal Sefón y acamparon delante de Migdol.
8 Partieron de Pi Hajirot y pasaron por medio del mar
hasta el desierto. Anduvieron tres días de camino por el desierto
de Etam y acamparon en Mará.
9 Partieron de Mará y llegaron a Elim. En Elim había
doce fuentes de agua y setenta palmeras; allí acamparon.
10 Partieron de Elim y acamparon cerca del mar de Suf.
11 Partieron del mar de Suf y acamparon en el
desierto de Sin.
12 Partieron del desierto de Sin y acamparon en Dofcá.
13 Partieron de Dofcá y acamparon en Alús.
14 Partieron de Alús y acamparon en Refidim, pero no
había allí agua para que bebiera la gente.
15 Partieron de Refidim y acamparon en el desierto
del Sinaí.
16 Partieron del desierto del Sinaí y acamparon en
Quibrot Hattaavá.
17 Partieron de Quibrot Hattaavá y acamparon en
Jaserot.
18 Partieron de Jaserot y acamparon en Ritmá.
19 Partieron de Ritmá y acamparon en Rimmón Peres.
20 Partieron de Rimmón Peres y acamparon en Libná.
21 Partieron de Libná y acamparon en Rissá.
22 Partieron de Rissá y acamparon en Quehelatá.
23 Partieron de Quehelatá y acamparon en el monte
Séfer.
24 Partieron del monte Séfer y acamparon en Jaradá.
25 Partieron de Jaradá y acamparon en Maqhelot.
26 Partieron de Maqhelot y acamparon en Tájat.
27 Partieron de Tájat y acamparon en Táraj.
28 Partieron de Táraj y acamparon en Mitcá.
29 Partieron de Mitcá y acamparon en Jasmoná.
30 Partieron de Jasmoná y acamparon en Moserot.
31 Partieron de Moserot y acamparon en Bene Yaacán.
32 Partieron de Bene Yaacán y acamparon en Jor
Haguidgad.
33 Partieron de Jor Haguidgad y acamparon en Yotbatá.
34 Partieron de Yotbatá y acamparon en Abroná.
35 Partieron de Abroná y acamparon en Esyón Guéber.
36 Partieron de Esyón Guéber y acamparon en el
desierto de Sin, es decir, en Cadés.
37 Partieron de Cadés y acamparon en Hor de la
Montaña, en la frontera del país de Edom.
38 El sacerdote Aarón subió a Hor de la Montaña,
según la orden de Yahveh, y murió allí, el año cuarenta de la salida de
los israelitas de Egipto, el mes quinto, el primero del mes.
39 Tenía Aarón 123 años cuando murió en Hor de la
Montaña.
40 El rey cananeo de Arad, que habitaba en el Négueb,
en el país de Canaán, se enteró de que llegaban los israelitas.
41 Partieron de Hor de la Montaña y acamparon en
Salmoná.
42 Partieron de Salmoná y acamparon en Punón.
43 Partieron de Punón y acamparon en Obot.
44 Partieron de Obot y acamparon en Iyyé Haabarim, en
la frontera de Moab.
45 Partieron de Iyyim, y acamparon en Dibón Gad.
46 Partieron de Dibón Gad y acamparon en Almón
Diblatáyim.
47 Partieron de Almón Diblatáyim, y acamparon en los
montes de Abarim, frente al Nebó.
48 partieron de los montes de Abarim y acamparon en
las Estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó.
49 Acamparon cerca del Jordán entre Bet Hayesimot y
Abel Hassittim en las Estepas de Moab.
50 Yahveh habló a Moisés en las Estepas de Moab,
cerca del Jordán, a la altura de Jericó, y le dijo:
51 «Habla a los israelitas y diles: Cuando paséis el
Jordán hacia el país de Canaán,
52 arrojaréis delante de vosotros a todos los
habitantes del país. Destruiréis todas sus imágenes pintadas,
destruiréis sus estatuas de fundición, saquearéis todos sus altos.
53 Os apoderaréis de la tierra y habitaréis en ella,
pues os doy a vosotros todo el país en propiedad.
54 Repartiréis la tierra a suertes entre vuestros
clanes. Al grande le aumentaréis la herencia y al pequeño se la
reduciréis. Donde le caiga a cada uno la suerte, allí será su
propiedad. Haréis el reparto por tribus paternas.
55 Pero si no expulsáis delante de vosotros a los
habitantes del país, los que dejéis se os convertirán en espinas de
vuestros ojos y en aguijones de vuestros costados y os oprimirán
en el país en que vais a habitar.
56 Y yo os trataré a vosotros en la forma en que
había pensado tratarles a ellos.»
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Numeros 34
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 «Da esta orden a los israelitas: Cuando entréis en
el país de Canaán, éste será el territorio que os caerá en herencia: el
país de Canaán con todas sus fronteras.
3 Por el sur, os pertenecerá desde el desierto de
Sin, siguiendo el límite de Edom. Vuestra frontera meridional empezará
por el oriente en la extremidad del mar de la Sal.
4 Torcerá vuestra frontera por el sur hacia la subida
de los Escorpiones, pasará por Sin y terminará por el sur en
Cadés Barnea. Luego irá hacia Jasar Addar y pasará por Asmón.
5 Torcerá la frontera de Asmón hacia el Torrente de
Egipto y acabará en el Mar.
6 Vuestra frontera occidental será el mar Grande.
Esta frontera será vuestro límite al oeste.
7 Vuestra frontera por el norte será la siguiente:
Desde el mar Grande trazaréis el límite hasta Hor de la Montaña.
8 De Hor de la Montaña, trazaréis el límite hasta la
Entrada de Jamat, y vendrá a salir la frontera a Sedad.
9 Seguirá luego la frontera hacia Zifrón y terminará
en Jasar Enán. Esa será vuestra frontera septentrional.
10 Luego trazaréis vuestra frontera oriental desde
Jasar Enán hasta Sefam.
11 La frontera bajará de Sefam hacia Arbel, al
oriente de Ayín. Seguirá bajando la frontera, y, tocando la
orilla del mar de Kinnéret por el oriente,
12 bajará al Jordán y vendrá a dar en el mar de la
Sal. Esa será vuestra tierra con las fronteras que la circunscriben.»
13 Moisés dio esta orden a los israelitas: «Este es
el país que habéis de repartir a suertes, el que Yahveh mandó dar a las
nueve tribus y a la mitad de la otra,
14 pues la tribu de los hijos de Rubén con sus
distintas casas paternas y la tribu de los hijos de Gad con sus
distintas casas paternas, han recibido ya su herencia; y la media
tribu de Manasés ha recibido también su herencia.
15 Las dos tribus y la otra media tribu han recibido
ya su herencia más allá del Jordán, a oriente de Jericó, hacia la
salida del sol.»
16 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
17 «Estos son los nombres de los que os han de
repartir la tierra: el sacerdote Eleazar y Josué, hijo de Nun.
18 Elegiréis también un principal de cada tribu, para
que repartan la tierra.
19 Estos son sus nombres: por la tribu de Judá,
Caleb, hijo de Yefunné;
20 por la tribu de los hijos de Simeón, Semuel, hijo
de Ammihud;
21 por la tribu de Benjamín, Elidad, hijo de Kislón;
22 por la tribu de los hijos de Dan, el principal
Buquí, hijo de Yoglí;
23 por los hijos de José: por la tribu de los hijos
de Manasés, el principal Janniel, hijo de Efod;
24 y por la tribu de los hijos de Efraím, el
principal Quemuel, hijo de Siftán;
25 por la tribu de los hijos de Zabulón, el principal
Elisafán, hijo de Parnak;
26 por la tribu de los hijos de Isacar, el principal
Paltiel, hijo de Azzán;
27 por la tribu de los hijos de Aser, el principal
Ajihud, hijo de Selomí;
28 por la tribu de los hijos de Neftalí, el principal
Pedahel, hijo de Ammihud.»
29 A éstos mandó Yahveh repartir la herencia a los
israelitas en el país de Canaán.
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Numeros 35
1 Habló Yahveh a Moisés en las Estepas de Moab, cerca
del Jordán, a la altura de Jericó, y le dijo:
2 «Manda a los israelitas que cedan a los levitas, de
la herencia que les pertenece, ciudades en las que puedan habitar y
pastos de alrededor de las ciudades. Se las daréis a los levitas.
3 Esas ciudades serán su morada, y sus pastos serán
para sus bestias, su ganado y todos sus animales.
4 Los pastos de las ciudades que cedáis a los levitas
comprenderán mil codos alrededor de la ciudad, a contar desde las
murallas.
5 Mediréis, fuera de la ciudad, 2000 codos a oriente,
2000 codos a mediodía, 2000 codos a occidente y 2000 codos al norte,
teniendo la ciudad como centro. Estos serán los pastos de las ciudades.
6 Las ciudades que daréis a los levitas serán las
seis de asilo, que cederéis para que se pueda refugiar en ellas el
homicida, y además les daréis otras 42 ciudades.
7 El total de ciudades que daréis a los levitas será
48 ciudades, todas ellas con sus pastos.
8 Estas ciudades que cederéis de la propiedad de los
israelitas, las tomaréis en mayor numero del grande y en menor del
pequeño; cada uno cederá ciudades a los levitas en proporción a la
herencia que le haya tocado.»
9 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
10 «Habla a los israelitas y diles: Cuando paséis el
Jordán hacia la tierra de Canaán,
11 encontraréis ciudades de las que haréis ciudades
de asilo: en ellas se refugiará el homicida, el que ha herido a un
hombre por inadvertencia.
12 Esas ciudades os servirán de asilo contra el
vengador; no debe morir el homicida hasta que comparezca ante la
comunidad para ser juzgado.
13 De las ciudades que les cedáis, seis ciudades
serán de asilo:
14 tres ciudades les cederéis al otro lado del Jordán
y tres ciudades en el país de Canaán; serán ciudades de asilo.
15 Las seis ciudades serán de asilo tanto para los
israelitas como para el forastero y para el huésped que viven en medio
de vosotros, para que se pueda refugiar en ellas todo aquel que haya
matado a un hombre por inadvertencia.
16 Pero si le ha herido con un instrumento de hierro,
y muere, es un homicida. El homicida debe morir.
17 Si le hiere con una piedra como para causar la
muerte con ella, y muere, es homicida. El homicida debe morir.
18 Si le hiere con un instrumento de madera como para
matarle, y muere, es un homicida. El homicida debe morir.
19 El mismo vengador de la sangre dará muerte al
homicida: en cuanto le encuentre, lo matará.
20 Si el homicida lo ha matado por odio, o le ha
lanzado algo con intención, y muere,
21 o si por enemistad le ha golpeado con las manos, y
muere, el que le ha herido tiene que morir: es un homicida. El
vengador de la sangre dará muerte al homicida en cuanto le encuentre.
22 Pero si lo derribó de casualidad y sin enemistad,
o le lanzó cualquier objeto sin ninguna mala intención,
23 o le tiró, sin verle, una piedra capaz de matarle,
y le causó la muerte, sin que fuera su enemigo ni buscara su daño,
24 la comunidad juzgará entre el homicida y el
vengador de la sangre según estas normas,
25 y salvará la comunidad al homicida de la mano del
vengador de la sangre. Le hará volver la comunidad a la ciudad de
asilo en la que se refugió y en ella vivirá hasta que muera el Sumo
Sacerdote ungido con el óleo santo.
26 Pero si sale el homicida de los límites de la
ciudad de asilo en que se ha refugiado,
27 y le encuentra el vengador de la sangre fuera del
término de su ciudad de asilo, el vengador de la sangre podrá
matar al homicida, sin ser responsable de su sangre,
28 porque aquél debía permanecer en la ciudad de
asilo hasta la muerte del Sumo Sacerdote. Cuando muera el Sumo
Sacerdote, el homicida podrá volver a la tierra de su propiedad.
29 Esto será norma de derecho para vosotros y para
vuestros descendientes, dondequiera que habitéis.
30 En cualquier caso de homicidio, se matará al
homicida según la declaración de los testigos; pero un solo testigo no
bastará para condenar a muerte a un hombre.
31 No aceptaréis rescate por la vida de un homicida
reo de muerte, pues debe morir.
32 Tampoco aceptaréis rescate por el que se ha
refugiado en la ciudad de asilo y quiere volver a habitar en su tierra
antes que muera el Sumo Sacerdote.
33 No profanaréis la tierra en que estáis, porque
aquella sangre profana la tierra, y la tierra no queda expiada de la
sangre derramada más que con la sangre del que la derramó.
34 No harás impura la tierra en que habitáis, porque
yo habito en medio de ella, pues yo, Yahveh, tengo mi morada entre los
israelitas.
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Numeros 36
1 Los jefes de familia del clan de los hijos de
Galaad, hijo de Makir, hijo de Manasés, uno de los clanes de los hijos
de José, se presentaron y dijeron delante de Moisés y de los
principales jefes de las casas paternas de los israelitas:
2 «Yahveh mandó a mi Señor que diera la tierra en
herencia, por suertes, a los israelitas, y mi Señor recibió orden
de Yahveh de dar la herencia de Selofjad, nuestro hermano, a sus hijas.
3 Si resulta que se casan con alguno de otra tribu
israelita, será arrancada su parte de la herencia de nuestras familias.
Aumentará entonces la herencia de la tribu a la que vayan a pertenecer,
y se reducirá la herencia que nos tocó en suerte.
4 Y cuando llegue el jubileo para los israelitas, se
añadirá la herencia de ellas a la herencia de la tribu a la que vayan a
pertenecer y se restará su herencia de la herencia de la tribu de
nuestros padres.»
5 Moisés, según la orden de Yahveh, mandó lo
siguiente a los israelitas: «Dice bien la tribu de los hijos de José.
6 Esto es lo que Yahveh ordenó acerca de las hijas de
Selofjad: Tomarán por esposos a los que bien les parezca, con tal que
se casen dentro de los clanes de la tribu de su padre.
7 La herencia de los israelitas no podrá pasar de una
tribu a otra, sino que los israelitas estarán vinculados cada uno
a la herencia de la tribu de sus padres.
8 Y toda hija que posea una herencia en una de las
tribus de los israelitas se casará con uno de un clan de la tribu de su
padre para que cada uno de los israelitas posea la herencia de sus
padres.
9 No podrá pasar una herencia de una tribu a otra.
Cada una de las tribus de los israelitas quedará vinculada a su
heredad.»
10 Tal como había mandado Yahveh a Moisés, así
hicieron las hijas de Selofjad.
11 Majlá, Tirsá, Joglá, Milká y Noá, las hijas de
Selofjad, se casaron con los hijos de sus tíos paternos.
12 Tomaron marido de los clanes de los hijos de
Manasés, hijo de José, y así su herencia fue para la tribu del clan de
su padre.
13 Estas son las órdenes y normas que dio Yahveh, por
medio de Moisés, a los israelitas, en las Estepas de Moab, cerca
del Jordán, a la altura de Jericó.
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